Los empresarios valencianos reclaman seguridad jurídica para invertir en Marruecos

Marruecos ofrece buenas oportunidades de inversión a los empresarios valencianos, sobre todo en sectores como el turismo y la manufactura textil, pero el Reino Alahuita debe garantizar la seguridad jurídica de las inversiones. Ésa es una de las conclusiones que se pueden extraer de los encuentros empresariales valenciano-marroquíes organizados los dos últimos días en Casablanca por el Instituto Valenciano de la Exportación (Ivex), coincidiendo con la visita de una delegación de la Generalitat a Rabat. El presidente Zaplana se reunió aye con el rey Mohammed VI.

Durante este encuentro se han avanzado algunas posibilidades de inversión, siempre con mucha prudencia, debido a las peculiares condiciones de económicas de Marruecos, con un importante intervencionismo estatal. Las jornadas fueron clausuradas ayer por el vicepresidente primero del Consell, José Luis Olivas, quien sustituyó a última hora a Zaplana por su entrevista con Mohammed VI.El alto grado de intervención estatal en la economía en Marruecos, la falta de tradición empresarial y la ausencia de un marco jurídico apropiado frenan la entrada de capitales foráneos en este país que, según coinciden los políticos y los empresarios valencianos, tiene enormes posibilidades de futuro. La intervención estatal, porque supone un freno a la libre competencia, y el marco jurídico, porque no permite ofrecer garantías a los inversores, por ejemplo por lo que se refiere a la propiedad de la tierra.

Unas condiciones que reconoció ayer el presidente de la patronal marroquí (CGEM, equivalente a la CEOE española), Mr. Chamin, que intervino en la clausura de las jornadas: "Somos conscientes de que Marruecos no podrá hacer nada en Europa sin contar con España, que es una potencia del Mediterráneo sur" dijo Chamin, "sabemos que debemos hacer esfuerzos para atraer inversiones españolas a Marruecos, que constituye una oportunidad de inversión para nuestros amigos valencianos". Entre esos esfuerzos el dirigente patronal marroquí se refirió a un proceso de progresiva privatización de los servicios públicos que ya está en marcha.

Por ejemplo, uno de los sectores afectados es el de los transportes por carretera, como recalcó el presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, Arturo Virosque, quien señaló que todavía hay un fuerte intervencionismo, con la consiguiente ausencia de competencia, lo que impide abaratar los costes y, por tanto, la posibilidad de que entre capital foráneo. "Las inversiones en este país son de cierto riesgo, tiene que haber más garantías", dijo Juan Bautista Riera, presidente de la comisión exterior de la Cámara de Comercio de Alicante.

Con todas estas cautelas, las posibilidades de inversión se centran fundamentalmente en los sectores del turismo y de la manufactura textil, además de las obras públicas (siempre en consorcio con empresas locales) y, en menor medida, en el sector de la agricultura, no tanto en la producción (debido a los aspectos legales de la propiedad del suelo en Marruecos) como en subsectores como el del riego.

Carretera en Tánger

Por lo que respecta a las obras públicas, el presidente de la patronal valenciana Cierval, Rafael Ferrando, señaló que se abren posibilidades concretas: existe un proyecto para construir 1.000 kilómetros de nuevas vías de comunicación, a un ritmo estimado de 100 kilómetros al año. En la construcción de una carretera que una Tánger con la frontera argelina podría intervenir un consorcio valenciano en el que estarían las dos cajas de ahorros y 11 empresas.Por otra parte, las conversaciones sobre la inmigración efectuadas por la delegación valenciana provocaron ayer las primeras críticas de la portavoz de Asuntos Sociales del grupo parlamentario socialista, Nuria Espí, que acusó al Gobierno valenciano de "utilizar" el problema sobre la inmigración pese a que Zaplana "no ha hecho nada" para solucionarlo y ha "usurpado" un debate sobre el mismo en las Cortes Valencianas y con los agentes sociales.