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La justicia francesa ordena la detención del intermediario que negoció la venta de Ertoil

Los jueces franceses Eva Joly y Renaud van Ruymbeke lanzaron ayer una orden internacional de detención contra Nadhmy Auchi, el hombre de negocios británico-iraquí que en 1991 adquirió para la compañía Elf la petrolera española Ertoil, cobrando 400 millones de francos (7.296 millones de pesetas en 1991). La orden se produce días después de que el antiguo alto ejecutivo de Elf André Tarallo declarara a los jueces el pago de comisiones ilegales por la compra de Ertoil. Auchi negoció la compra de Ertoil con el financiero Javier de la Rosa, que controlaba Ercros.

La investigación de los jueces franceses en torno a las operaciones de Elf, entre las que se encuentra la compra de Ertoil, corre en paralelo a la que desarrolla en España la juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios. En Francia, los jueces investigan por qué Nadhmy Auchi -que negoció la operación con el financiero español Javier de la Rosa- recibió de la banca Paribas, garantizados por Elf, 2.100 millones de francos (38.304 millones de pesetas de 1991) para adquirir Ertoil a través de su sociedad General Mediterranean Holding (GMH). Según los jueces franceses, Auchi recibió 400 millones de francos en comisiones (7.296 millones de pesetas de 1991).

En España, la investigación de la Audiencia Nacional, impulsada por una denuncia de Nueva Izquierda, es más compleja. El fiscal anticorrupción, Vicente González Mota, y la juez Palacios tratan de desentrañar por qué Ercros acordó, 9 de enero de 1991, la venta de Ertoil a una sociedad interpuesta, la GMH de Auchi; por qué Elf, el 10 de enero de 1991, se hizo con una opción de compra sobre Ertoil, y por qué, finalmente, la petrolera Cepsa -en la que participaba Elf como accionista- pagó por Ertoil 41.400 millones a GMH y 4.456 millones a la propia Elf -3.279 millones por la opción de compra, y el resto, por intereses y gastos financieros-.

Según la denuncia interpuesta en la Audiencia Nacional española, la venta de Ertoil se hizo a través de la sociedad de Auchi por varios motivos: hacer opaca la venta de Ertoil a Cepsa, situando previamente a Ertoil fuera de España; evitar la preceptiva autorización del Consejo de Ministros para la venta de Ertoil a una compañía pública extranjera -Elf lo era- y evtar el pago de impuestos.

Las informaciones publicadas ayer por el diario L'Est Républicain detallan que el controvertido hombre de las finanzas y de la venta de armas, Auchi, percibió por su intermediación la suma de 400 millones de francos. Su tarea consistió en permitir que GMH, con sede en Luxemburgo, actuara de tapadera de Elf, una estratagema ideada por la petrolera francesa para, teóricamente, soslayar el necesario visto bueno de Bruselas a la compra de la firma española.

Amigo de Sadam

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Lo que los jueces del caso Elf quieren ahora preguntarle a Auchi, amigo del presidente iraquí, Sadam Husein, es cómo es posible ganar 400 millones de francos sin invertir nada en la operación y sin correr riesgo financiero alguno. En efecto, el adinerado personaje no adelantó un solo franco de su bolsillo porque el acuerdo firmado con Elf en enero de 1991 establecía, según el mismo diario, que GMH adquiría provisionalmente el control de Ertoil sin abonar un céntimo. Lo más sorprendente de estas revelaciones es que la banca de negocios Paribas, en la que el mismo Auchi cuenta con el 7,1% del capital y es lo que se denomina el "accionista de referencia", adelantó, con la garantía de Elf, para la compra de Ertoil la suma de 2.100 millones de francos. Los magistrados franceses Eva Joly y Renaud van Ruymbeke se mantienen en estrecho contacto con el fiscal español Jiménez Villarejo.

Lo que los jueces franceses quieren saber es el destino de todo el dinero empleado en la operación. Sospechan -por supuesto, mucho más después de las declaraciones de André Tarallo (monsieur Afrique)- que esa fabulosa suma no pudo ir en su totalidad a los amplios bolsillos de Auchi por muy intensa que fuera la relación de este financiero con el antiguo presidente de Elf, hoy procesado, Loick Le Floch-Prigent, y con el alto ejecutivo de la compañía Alfred Sirven, a quien la policía busca en Filipinas.

No es fácil que Auchi, nacionalizado británico, de 63 años y asentado en Londres, vaya a responder voluntariamente a los jueces franceses. De hecho, se negó semanas atrás a atender la solicitud de que acudiera a a testificar en los juzgados.

De momento, la orden internacional de detención tiene el efecto de inmovilizarle en suelo británico. Todo un problema para un financiero propietario de centenares de empresas que mantiene el grueso de los negocios en Luxemburgo.

Su Banca Continental de Luxemburgo (BCL) -dispone del 40% del capital- es conocida por haber albergado las cuentas de Sadam Husein, de Muammar el Gaddafi y de Mobutu Sese Seko, entre otros jefes de Estado bajo sospecha.

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