El ojo clínico de un puñado de médicos

La Policlínica Guipúzcoa nació en 1975 por el impulso de un grupo de profesionales adelantados a su tiempo

El cardiólogo y hemodinamista argentino Guillermo Pujadas sufrió un infarto de miocardio en 1994, cuando pasaba por Hondarribia de vacaciones procedente de París. Su grave estado sólo permitió el ingreso rápido en la Policlínica de San Sebastián, en lugar de ser trasladado a un centro suizo, como era su deseo. Días más tarde, el expresidente de la Sociedad Argentina de Cardiología reconocía a los cuatro vientos que nunca hubiera imaginado el nivel técnico que encontró en el centro hospitalario, en el que "había vuelto a nacer". "Es sorprendente que una ciudad como San Sebastián, de unos 200.000 habitantes, un domingo a las seis de la tarde cuente con un equipo médico capaz de hacer la técnica más difícil en pocos minutos", explicó entonces el doctor-paciente en los medios informativos.Su feliz experiencia ratifica en la práctica que el espíritu que impulsó, hace dos décadas y media, a un puñado de médicos donostiarras a apoyarse en un grupo de empresarios guipuzcoanos para crear un nuevo centro hospitalario que respondiera a la ambición de ensamblar medicina y tecnología para estar al más alto nivel profesional que ya intuían entonces, había sido visionario.

La Policlínica Guipúzcoa celebró ayer sus primeros 25 años de historia con euforia. El entusiasmo de quien siente que ha cumplido sus expectativas. Su edificio en forma de estrella, ubicado en el Parque Tecnológico de Miramón, necesita crecer, como ayer recordó su actual presidente, el doctor Ignacio Gallo. Hoy día, trabajan en el centro 250 profesionales junto a un cuadro médico de 150 especialistas. En la clínica ingresan 8.000 pacientes al año y por sus pasillos pasan diariamente más de un millar de personas.

Los actuales rectores de la Policlínica reservaron ayer también un sitio para la memoria y rindieron homenaje a sus médicos fundadores en la persona de Carlos Elósegui, el principal impulsor del proyecto.

Este doctor, fundador también de un clan de cinco hijos médicos, recordó que en aquellos tiempos de creación del proyecto médicos y empresarios siempre tuvieron claro que en ellos no había afán de lucro, sino de ofrecer un alto nivel de calidad.