Protestasvecinales.com
Los residentes del barrio más joven de Alcalá denuncian en Internet las carencias que sufren
La dirección de la sede de la asociación de vecinos de Espartales Sur, es www.lanzadera. com/espartales/. Sus socios llegaron hace tres años, cuando se entregaban los primeros pisos de esta zona de expansión proyectada por el Ayuntamiento y la Comunidad en 1993 para paliar la escasez de vivienda asequible en Alcalá de Henares (164.000 habitantes). Hace dos años, montaron la asociación y pidieron un local municipal, pero no hubo manera. La junta directiva, calibró que es un barrio joven , de personas habituadas a las nuevas tecnologías y decidió abrirlo en internet, creando una página en la que denuncian las carencias que sufren. Hoy, los 6.000 residentes de Espartales recorren cinco kilómetros para comprar el pan, pero pueden apuntarse a la asociación desde el salón de casa.La "sede virtual", como la denomina uno de sus creadores, Antonio Sánchez, abrió sus puertas el uno de junio y ha recibido más de 700 visitantes, entre ellos, varios vecinos que se han afiliado a vuelta de correo electrónico. Sánchez supone que el Ayuntamiento será otro de sus lectores. Su primera foto-denuncia mostraba que las alcantarillas del barrio no tenían tapa, las habían robado o se habían roto. "Al día siguiente, el Ayuntamiento llamó a nuestro presidente para pedirle la dirección de las alcantarillas retratadas. Les dijimos que las sin-tapa estaban por todas partes y ese mismo fin de semana las colocaron. Antes lo habíamos denunciado sin éxito en persona", cuenta.
Al actualizar la sección, incluyeron una imagen de agradecimiento : una alcantarilla con tapa. El titular de este mes es Lo que el ojo no ve y agrupa lo que parece una serie de imágenes de pastizales. Los pies de foto aclaran: la parcela del centro comercial, la del centro de salud, la de la conexión a la carretera de Camarma, la ciudad deportiva, la escuela infantil.
Con humor también, denuncian en la página web, otras carencias. Bajo el epígrafe de la sección accesos, escriben entre paréntesis "esperamos actualizarlo". En el apartado "historia" hacen recuento de lo que sí tienen: dos cabinas de teléfono, un buzón, líneas de alta tensión junto a las casas, amplios solarium -no hay ni una sombra- paradas de autobuses conseguidas tras muchas peleas, y promesas, muchas promesas.
La página no les ha costado un duro, ya que la han abierto en un servidor gratuito que se anuncia en la portada. Tienen otros dos anunciantes, una agencia de viajes, que paga con descuentos para los socios, y un médico particular. "Le anunciamos por ser un pionero en este desierto", bromea Sánchez. "Y ahora que estamos, hablemos del comercio", insta el presidente de la asociación, Juan José Manzanares. Es la mayor espinita que tiene clavada. El barrio se proyectó sin locales comerciales en los bajos de los bloques. Iba a haber un centro comercial a pocos metros. Continente compró la parcela, pero su construcción se ha enfrentando a varios escollos. Manzanares insiste en que una barra de pan les cuesta 300 pesetas, al incluir el transporte hasta la tienda.
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