_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Ranas

Al menos tres notables anuncios actuales, el spot de las cervezas Budweiser, la ampliación de la empresa Picking Pack y las promociones del portal Zakis.com, tienen como motivo principal una rana. Pero, además, por si faltaba poco, la campaña genérica de Soportes Publicitarios S.A. que se aposta en gasolineras, cabinas o estaciones de ferrocarril, tiene también una gran rana que, como allí se dice, "abre los ojos" o "salta a la vista".Podría tratarse sólo de una casualidad, pero las casualidades sociales siempre proporcionan los mejores indicios. En otro tiempo, se usaban los caballos, las panteras o los perros para hacer publicidad de las bebidas, y hasta León era la marca de una cerveza. Ahora la rana omnipresente sirve para una cosa y para la otra. Sirve para dar sensaciones de progreso transformador gracias a su metamorfosis (del pez renacuajo al anfibio adulto) o para expresar con evidencia la múltiple percepción, la perceptibilidad súbita o las fintas repentinas. La rana es muy de nuestro tiempo postmoderno; igual que fue del tiempo preindustrial el ciervo o como fue emblema el gato de angora de los hogares burgueses en los inicios de la revolución industrial. La rana, insólitamente retratada, no se deja apresar, salta con la misma celeridad insólita con que hoy se producen los cambios de empleo o se convalidan las identidades personales, dentro y fuera de Internet.

Hay animales serios o seguros como los bueyes y nerviosos o inciertos como las ardillas. La rana parece asustadiza pero no da sensación de ser nerviosa. Es resuelta como una reacción digital y es, por añadidura, fluida, trivial y caprichosa, de acuerdo con los movimientos de esta época que no posee un destino concreto y varía con facilidad su dirección. Han existido otros tiempos en que la rana sólo formaba parte del repertorio de una fauna bucólica e infantilizada, circunscrita al paraje de los cuentos. Pero ahora gana tanta relevancia (en los anuncios, en los estampados, en los adornos, en las web) que su crecida presencia nos invita a sentirla como un signo, y a considerar que nuestros gustos, nuestras circunstancias efímeras o incluso nuestro modo de vida no dista tanto de su modelo híbrido, variante, fugitivo, inseguro de sí.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_