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Tribuna
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Ranas

Al menos tres notables anuncios actuales, el spot de las cervezas Budweiser, la ampliación de la empresa Picking Pack y las promociones del portal Zakis.com, tienen como motivo principal una rana. Pero, además, por si faltaba poco, la campaña genérica de Soportes Publicitarios S.A. que se aposta en gasolineras, cabinas o estaciones de ferrocarril, tiene también una gran rana que, como allí se dice, "abre los ojos" o "salta a la vista".Podría tratarse sólo de una casualidad, pero las casualidades sociales siempre proporcionan los mejores indicios. En otro tiempo, se usaban los caballos, las panteras o los perros para hacer publicidad de las bebidas, y hasta León era la marca de una cerveza. Ahora la rana omnipresente sirve para una cosa y para la otra. Sirve para dar sensaciones de progreso transformador gracias a su metamorfosis (del pez renacuajo al anfibio adulto) o para expresar con evidencia la múltiple percepción, la perceptibilidad súbita o las fintas repentinas. La rana es muy de nuestro tiempo postmoderno; igual que fue del tiempo preindustrial el ciervo o como fue emblema el gato de angora de los hogares burgueses en los inicios de la revolución industrial. La rana, insólitamente retratada, no se deja apresar, salta con la misma celeridad insólita con que hoy se producen los cambios de empleo o se convalidan las identidades personales, dentro y fuera de Internet.

Hay animales serios o seguros como los bueyes y nerviosos o inciertos como las ardillas. La rana parece asustadiza pero no da sensación de ser nerviosa. Es resuelta como una reacción digital y es, por añadidura, fluida, trivial y caprichosa, de acuerdo con los movimientos de esta época que no posee un destino concreto y varía con facilidad su dirección. Han existido otros tiempos en que la rana sólo formaba parte del repertorio de una fauna bucólica e infantilizada, circunscrita al paraje de los cuentos. Pero ahora gana tanta relevancia (en los anuncios, en los estampados, en los adornos, en las web) que su crecida presencia nos invita a sentirla como un signo, y a considerar que nuestros gustos, nuestras circunstancias efímeras o incluso nuestro modo de vida no dista tanto de su modelo híbrido, variante, fugitivo, inseguro de sí.

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