"Los años duros vienen bien, te obligan a ser más eficaz para sobrevivir"
Javier Madariaga (Erandio, 1943) fue elegido el pasado lunes Mejor Empresario Vasco, un galardón que cada año otorgan Caja Laboral, Empresa XXI y Euskal Telebista y que Madariaga dedicó a Alberto Belaustegui, su amigo y socio, fallecido el año pasado. Director general de Ingelectric Team y uno de los cuatro ingenieros que fundaron esta empresa en 1972, Madariaga ha recibido con ilusión un galardón que le da una notoriedad en los medios de comunicación que hasta ahora él y el grupo que dirige han tratado de evitar. El tiempo ha pasado demasiado deprisa para este ingeniero, que no ha dejado de trabajar desde que terminó la carrera. Lo que empezó siendo en 1972 una aventura de cuatro emprendedores es hoy un grupo de 17 empresas que emplea a 1.100 personas y que espera cerrar este ejercicio con una facturación de 26.000 millones de pesetas, un 30% más que en 1998.Pregunta. ¿Cómo se siente con el premio al Mejor Empresario Vasco?
Respuesta. Siento una gran alegría y también, una cierta responsabilidad, porque haber recibido este premio te da mucha más notoriedad pública de la que tenía antes.
P. ¿Qué cualidades cree que debe reunir un empresario?
R. Las fundamentales son ser líder, ser capaz de organizar equipos humanos y de sacar lo mejor que llevan dentro de sí las personas, con formación y organización, facilitando el intercambio de ideas y de conocimiento.
P. ¿Qué le quedan de aquellos primeros años de trabajo en Askania Española?
R. Recuerdo los inicios como una época de gran ilusión, éramos muy jóvenes. Aunque ahora aparezco yo como dinamizador del grupo esto no es así. Hemos sido cuatro socios fundadores los que hemos dado vida primero a Askania y después, a Team e Ingelectric.
P. Siendo muy jóvenes, tuvieron una oferta muy tentadora de Siemens. ¿Por qué la rechazaron?
R. Habíamos creado un grupo de ingenieros con formación en Berlín y tuvimos mucho éxito porque Askania realizó toda la experimentación del proceso y los sistemas de regulación y control de lo que ahora es Aceralia en Gijón, lo que nos permitió dominar esa tecnología. Cuando Siemens compró Askania, nos ofreció ser la división de regulación y control de Siemens española, pero nos negamos porque queríamos crear una empresa propia independiente de las multinacionales.
P. Usted ha declarado que el hecho de que Ingelectric Team naciera en una época de crisis le favoreció. ¿Por qué?
R. A poco de fundar las empresas llegó una de la crisis fuertes del petróleo y nos vino mejor porque en los años duros es preciso atarte las botas y ser más eficaz, trabajar mejor para poder sobrevivir. No hay que perder ningún tiempo, ni el bueno ni el malo; el bueno sirve para sacar rendimientos y el malo, para sembrar.
P. ¿Cuál es la clave del éxito de Ingelectric?
R. Siempre hemos reinvertido todos los recursos de la empresa y hemos aprovechado los años duros. Esta dinámica ha permitido que cuando han llegado los años buenos y han abierto unos determinados mercados, teníamos ventaja y productos, sin esperar, como muchas veces se hace, a que lleguen las oportunidades para aprovecharlas porque entonces resulta demasiado tarde.
P. ¿En qué se va a traducir el crecimiento del 30% de la facturación prevista este año?
R. Por una parte, estamos continuamente creando empresas nuevas y creciendo geográficamente, y por otro lado, estamos introduciéndonos en campos conexos a los nuestros que son los sistemas electrónicos de control y de regulación y la automatización de procesos industriales.
P. ¿Cuáles son las áreas preferentes de internacionalización?
R. México y Brasil. El año pasado creamos filiales en Monterrey y en Sao Paulo. Y China, aunque este mercado lo vemos a más largo plazo.
P. ¿Qué proyectos tiene en cartera Ingelectric?
R. Ahora tenemos el pedido de CAF para hacer los nuevos tranvías de Bilbao y estamos probando un motor de gran potencia para un tren de laminación de bandas en caliente para una empresa filial de Thyssen. Con este proyecto hemos entrado en la regulación de motores en la industria pesada.
P. ¿Qué destacaría de todos estos años?
R. Que se han pasado muy rápido. Hemos estado siempre tan pendientes de estar en nuevas cosas que me pregunto cómo es posible que a mi alrededor casi todos mis compañeros de promoción estén ya prejubilados
P. ¿Se plantea jubilarse?
R. No. Un empresario creo que no se jubila nunca. Lo que sí hemos hecho es crear una nueva generación de directores, que trabajan de forma autónoma en las filiales. Ya desde hace tiempo los fundadores nos dedicamos a marcar las líneas estratégicas.
P. No corren buenos tiempos para la clase empresarial. ¿Cómo ha percibido en su entorno los últimos atentados de ETA contra empresarios?
R. Aquí está sufriendo mucha gente y el colectivo de empresarios es uno de ellos. Tenemos que trabajar por la conciliación, la comprensión y el diálogo. Tenemos que resolver nuestros problemas, no con el enfrentamiento, sino con un respeto absoluto y total de los derechos humanos de todas las personas. No hay que dividir el país en buenos y malos porque posiblemente de lo malo hemos participado todos, en mayor o menor grado. No podemos echar más leña al fuego de las heridas que hay en el pueblo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.