Asumir responsabilidades

Las circunstancias, la historia misma, imponen al Partido Revolucionario Institucional, PRI, la necesidad de una recomposición a fondo. El cordón umbilical que lo mantenía conectado con el poder central está roto y, ahora, deberá actuar como un partido autónomo, independiente y en la oposición. Sin duda, se trata de un parto doloroso, pero está obligado a responder a más de 10 millones de votantes que lo colocaron, ante las coaliciones de partidos, como segunda fuerza electoral del país. En una actitud con miras al futuro, los senadores priístas, luego de señalar "perdimos la Presidencia", destacan un punto fundamental: "Ganamos la libertad". En esta nueva dimensión, necesariamente, el tricolor deberá operar y asumir su responsabilidad de cara al pueblo. Y los legisladores priístas fueron más allá, pues reconocen que, si bien su partido necesita definir sus nuevas estrategias, lo hará sin necesidad de línea y haciendo "a un lado a los viejos, a los ignorantes y los cacicazgos y grupos de interés, para construir auténticamente a un nuevo PRI".

La reestructuración del partido será sin duda decisiva para el futuro de los priístas. La derrota siempre es amarga, pero en el caso del PRI, no está descapitalizado totalmente en el terreno político. Más aún, se trata de una organización con la mayor estructura nacional que, al menos hasta ahora, ningún otro partido posee. Para los miembros del Partido Revolucionario Institucional es momento de identificar errores, pero también de utilizar la libertad con el fin de cambiar e ir en pos de la conquista del futuro.

México, 7 de julio