Una exposición reúne la plata y las joyas en la España de Carlos V

El concepto de artes decorativas se suele asociar a la eclosión de objetos artísticos suntuarios y de consumo de finales del pasado siglo y principios de éste. A partir de hoy, en el Kiosko Alfonso de A Coruña se podrá ver El arte de la plata y de las joyas en la España de Carlos V, una de las tres grandes exposiciones artísticas que conmemorarán el quinto centenario del emperador y la demostración de que los siglos XV y XVI no fueron ajenos al concepto de arte decorativo. La muestra permanecerá abierta hasta el 17 de septiembre.

El arte de la plata y de las joyas en la España de Carlos V, organizada por la Sociedad Estatal de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, reúne 163 piezas, la mayoría joyas de plata, provenientes de 80 prestadores, desde el Museo del Louvre de París a la Galería de los Ufizzi, de Florencia. "La mejor exposición en esta ciudad a lo largo de su historia", enfatizó el alcalde, Francisco Vázquez.La muestra hace un recorrido por la joyería y la plate-ría española a caballo de dos siglos, desde los últimos coletazos del tardomedievalismo y el gótico hasta la consolida-ción del renacentismo. Una época artística que no por casualidad se ha adjetivado como "plateresca".

Las piezas se agrupan en cuatro salas monográficas. La primera, dedicada a la figura de Carlos V, síntesis a su vez del hombre medieval y del renacentista, y también artífice de la influencia de la escuela joyera flamenca en España. En ella figura el retrato que hizo Lucas Cranach del emperador, realista y alejado de la idealización habitual.

Otras dos salas reflejan la relación de la joyería con "artes mayores" como la pintura, la escultura o la arquitectura. En el primer caso se incluyen piezas como un retablo de la catedral de Cuenca al lado de relicarios y otros objetos religiosos de evidente semejanza con los representados pictóricamente.

También se puede ver la influencia arquitectónica en custodias, de mano o procesionales, entre ellas la grandiosa que preside la procesión del Corpus de Madrid, "única entre las españolas que no es patrimonio de la Iglesia, sino del Ayuntamiento madrileño", según el historiador Fernando Martín, conservador de plata, uno de los comisarios de la exposición, junto con Jesús Sáenz de Miera, conservador del Museo del Ejército, de Madrid.

La cuarta sala incluye piezas de joyería personal de la corte, a la que la influencia germana restó austeridad. Los cordones, diademas o botones que lucen los retratos de personajes como Juan la Loca o Felipe el Hermoso, muestras de su posición social y de la moda de la época. Según señaló Martín, curiosamente y a pesar de constituir en muchos casos patrimonio hereditario de las casas reales, no han llegado a nuestros días por la costumbre de reformarlos y adaptarlos a las modas sucesivas.

La muestra tendrá como única sede, hasta el 17 de septiembre, la capital coruñesa. "No ha sido posible la itinerancia porque era mucho pedir a los prestadores, sobre todo a las iglesias, que prescindiesen de sus tesoros durante casi un año", aseguró Juan Carlos Elorza, presidente de la Sociedad Estatal. La elección de A Coruña se hizo, además de por la tradición de la platería gallega, porque de esta ciudad salió Carlos I para coronarse emperador de Alemania, y en ella se reunieron en el año 1520 las cortes gallegas que sufragaron el viaje.