Encapuchados lanzan un 'cóctel mólotov' a dos hermanos que les reprocharon su violencia

El haber recriminado a varios jóvenes encapuchados su actitud reventadora de las fiestas de Irún cuando escapaban de la Ertzaintza lanzando cohetes y cócteles mólotov estuvo a punto de tener serias consecuencias para dos hermanos, de unos 50 años, que recibieron como respuesta un artefacto que a uno le produjo quemaduras en las piernas y a otro magulladuras. La actitud que exhibieron los jóvenes mencionados, introduciendo la violencia y el desasosiego en la calle cuando la fiesta está en su apogeo, augura un verano movido en el que la violencia callejera podría recobrar protagonismo.

Las fiestas de Irún, que habían transcurrido con tranquilidad y sin problemas durante los desfiles del polémico Alarde de San Marcial, sufrieron en la noche del sábado un ataque en toda regla por parte de jóvenes encapuchados que trataton de reventarlas al provocar una batalla campal en una de las zonas más populares y céntricas, la plaza de Urdanibia.Los incidentes se produjeron a medianoche, cuando varios jóvenes, encapuchados y perfectamente organizados, movieron violentamente los contenedores de basura hacia el centro de la plaza mientras los prendían fuego causando así un gran tumulto entre los centenares de personas que se encontraban en la calle. La provocación sembró el miedo entre los viandantes, que se dispersaron rápidamente a la vez que patrullas de la Erztaintza y la policía municipal, alertadas por los vecinos, se presentaron en el lugar.

Ataque durante la huida

Los reventadores recibieron con cócteles mólotov y cohetes a la policía autónoma, que les obligó a huir hacia la zona del canal de Dumboa por una de las calles. En ese momento, varios de ellos se cruzaron con dos hermanos, naturales de Irún y de unos 50 años, que les recriminaron su proceder.

Como respuesta, los encapuchados les arrojaron un cóctel, que les produjo heridas de diversa consideración que obligaron a su traslado al Hospital Comarcal de Irún, en el que fueron atendidos y dados de alta los dos por la mañana. Uno de ellos presentaba quemaduras en las piernas mientras el segundo tenía leves magulladuras.

Este periódico se puso ayer en contacto con uno de los dos hermanos que sufrieron el percance, cuya identidad no ha sido dada a conocer públicamente. No obstante, declinó hacer declaraciones y pidió respeto a sus sentimientos.

La policía autónoma no practicó detenciones entre el numeroso grupo de alborotadores, pero, en la inspección posterior de la zona por la que éstos huyeron, el canal de Dumboa, encontraron una caja con 20 cócteles mólotov preparados para su utilización y que en su huida habían arrojado al agua.

Los incidentes, además de reventar la fiesta en uno de sus momentos de apogeo, provocaron la indignación de los iruneses que fueron testigos de su acción. Ayer no ocultaban su rabia y reconocían que su intervención había conseguido indignar y atemorizar a la población, de modo que la fiesta ya no pudo seguir a partir de ese momento.

La intervención de alborotadores organizados en una de las primeras fiestas del calendario festivo del País Vasco parece augurar un verano más movido que el pasado, en el que la kale borroka, con la que los radicales buscan dejar constancia pública de la existencia del "conflicto" político y la socialización del sufrimiento, tenga un mayor protagonismo que el año pasado.

La presidenta del PP guipuzcoano, María San Gil, condenó ayer estos hechos vandálicos, que impiden la convivencia pacífica, y pidió al PNV que "rompa con quienes los respaldan".