_
_
_
_

Aznar aconseja a los estudiantes chinos que se dediquen a estudiar y aplacen la política

Miguel González

José María Aznar aconsejó ayer a los estudiantes chinos que se dediquen a estudiar y dejen la política para el futuro. En el coloquio que siguió a su conferencia en la Escuela Internacional de Negocios China-Europa de Shanghai, un estudiante le preguntó qué podía hacer si, además de estudiar administración de empresas, quería dedicarse a la política. "Le aconsejo que termine primero lo que tiene entre manos", contestó. Una respuesta que, sin duda, agradó a las autoridades chinas, que en 1989 aplastaron en Tiananmen la revuelta estudiantil.

En China, donde el divorcio entre desarrollo económico y falta de libertades resulta cada vez más patente, estudiantes e intelectuales constituyen la punta de lanza del movimiento democrático, como también lo fue en España, en menor medida, durante el franquismo. Aznar se puso a sí mismo como ejemplo ante los estudiantes chinos: "A mí me apasiona la política, tengo una vocación política irrefrenable, pero primero procuré resolver mi vida y luego dedicarme a la política". Aznar hizo en este centro para postgraduados, donde la futura élite empresarial china se prepara en técnicas de gestión occidental, una cerrada defensa de las recetas económicas liberales. "No hay alternativa viable a la aplicación de políticas de estabilidad y apertura", dijo. "En concreto, el orden multilateral [Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y Organización Mundial de Comercio (OMC)] con todas sus limitaciones, sigue siendo una excelente garantía para las economías de los países en vías de desarrollo. El proteccionismo y el aislamiento no son una opción", agregó.

El presidente español se felicitó de los recientes acuerdos de China con EE UU y la Unión Europea, que permitirán su próximo ingreso en la OMC. Pese a reconocer que "la implementación de estos acuerdos conllevará costes a corto plazo" y que "esos costes tendrán, justo es decirlo, cierta contestación social" interna, exhortó al Gobierno de Pekín a no apartarse del camino de la apertura económica. "La certeza de estar obrando a favor del interés general, de la mejora del bienestar y de la prosperidad del pueblo chino debe ayudar a vencer esas dudas", proclamó.

Paradójicamente, en un desayuno con la delegación empresarial que le acompaña en esta visita, el representante de una de las escasas compañías españolas asentadas en China le expresó su preocupación porque la entrada en la OMC obligará a su empresa a enfrentarse a una competencia hasta ahora desconocida.

Estos argumentos no disuadieron a Aznar, quien concluyó su intervención en el foro académico asegurando que "la apertura económica, la estabilidad macroeconómica y la liberalización de los mercados son los mejores mecanismos para incrementar la prosperidad económica".

El ejemplo español le sirvió para avalar sus tesis y presentar un "balance agridulce" de la política económica de los gobiernos del PSOE tras el ingreso de España en la Unión Europea. "Tras dos años de apertura y de gestión globalmente positiva, 1986 y 1987 los graves errores de política económica cometidos en el periodo 1988-1992 sentaron las bases del difícil periodo 1992-1995".Según su explicación, "el descontrol del gasto público y la ausencia de reformas liberalizadoras causaron un grave daño a los productores españoles y, en especial, al sector exportador", sumiendo a España en una "grave recesión". Tras dibujar este sombrío panorama, aseguró que, a su llegada al poder, tuvo que enfrentarse "en circunstancias difíciles" al examen de ingreso en la Moneda Única Europea: el déficit público superaba el 7% del PIB y la deuda pública se aproximaba al 70%, la inflación era superior al 4% y la tasa de paro alcanzaba el 24%. No obstante, agregó, el esfuerzo de empresarios y trabajadores y la "convicción del Gobierno, sobre la necesidad de lograr la estabilidad presupuestaria y la aplicación de un amplio programa de reformas y liberalización económica, hicieron posible la entrada de España en el club del euro. Por una vez", señaló satisfecho, "España no faltaba a su cita europea".

Además de pronunciar una conferencia, el presidente inauguró en la escuela de negocios de Shangai el Colegio Mayor y la Cátedra España, vinculados a la universidad de Navarra y sufragado con tres millones de dólares (528 millones de pesetas) que le ha donado la Agencia Española de Cooperación Internacional, para sorepresa de otros gobiernos europeos.

Por la tarde, antes de viajar a Hong Kong, Aznar se reunió con el secretario local del Partido Comunista, Jing Jiong. Una entrevista que puso de manifiesto la esquizofrenia entre liberalización económica e inmovilismo político.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_