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Un astillero como cebo turístico

Mikel Ormazabal

En contra de los tiempos que corren, o precisamente por ello, Pasaia ha decidido recuperar un oficio en fase de extinción. La sustitución de la madera por materiales sintéticos ligeros para la construcción de pequeñas embarcaciones está acabando con los constructores navales a la antigua usanza. En todo el litoral vasco sólo queda uno de estos talleres donde aún se fabrican botes de madera. Se encuentra en Bermeo, pero también está a punto de desaparecer. En Guipúzcoa, cuna donde se han fabricado a capricho las mejores traineras del Cantábrico, los "ilustres" Fontán (Pasaia) e Ikazeta (Orio) son dos reductos que han claudicado ante la voracidad de la industria naval. Ahora las traineras deportivas se construyen con fibra de carbono, y nadie tiene otros argumentos fuera del romanticismo para oponer resistencia a la modernización del sector naval.

La agencia de desarrollo comarcal Oarsoaldea, que agrupa a los municipios de Oiartzun, Lezo, Pasaia y Rentería, ha decidido recuperar simbólicamente el oficio de constructor naval tal cual se conocía hasta hace cuatro décadas. El nuevo centro de investigación y construcción de embarcaciones tradicionales, con sede en Pasaia, figurará a partir de ahora en todas las guías turísticas de Euskadi, pues este proyecto está auspiciado por el Departamento de Turismo, que lo financia junto con el Ayuntamiento de Pasaia y la empresa Iberdrola.

Este taller ha comenzado hoy mismo a funcionar. Ayer estaban apiladas unas planchas de madera que servirán para construir la réplica de una canoa del siglo XVIII. Xabier Agote, investigador y constructor naval, y encargado de dirigir el montaje de esta embarcación, afirma que "la chalupa tendrá 9,5 metros de eslora, tres mástiles, capacidad para 12 remeros y pesará 600 kilos". Agote contará para su trabajo con dos ayudantes: Christian Ondikola, de San Juan de Luz (Francia), y Ekantz Mendiburu, de Hondarribia.

Esta canoa de roble y pino, explicó Agote, era una embarcación que "daba servicio a grandes navíos" y también se utilizaba para "cartografiar las costas marinas y localizar los puntos peligrosos en el mar". Agote indicó que al principio empezarán "preparando las piezas como si de un puzzle se tratara y después habrá que ensamblarlo". El bote será navegable dentro de seis meses.

El centro de investigación y construcción naval Ontziola (carpintería de ribera) tratará de "enseñar el patrimonio marítimo y la construcción naval del entorno de Pasaia", con el fin de "mostrar al público nuestra historia naval". Los tres jóvenes constructores trabajarán de cara al público y guiarán a los visitantes por un pequeño museo donde se guardan embarcaciones antiguas, fotos, documentos, planos y otros enseres marinos de épocas pasadas.

Xabier Agote estudió hace 12 años su oficio en la Escuela de Carpintería de Ribera, en el Estado de Maine (EE UU), donde gestó la construcción de Ameriketatik, la trainera que en 1998 las casas vascas de América "regalaron a Euskal Herria" y que recorrió toda la costa cantábrica entre Zierbana y Bayona haciendo escala en los 29 puertos que incluye dicho recorrido.

Una nao ballenera

El astillero-museo Ontziola tiene un presupuesto de 15 millones de pesetas, de los cuales seis millones se destinarán a replicar la canoa del XVIII, y tiene como "plan estrella" la reproducción de un galeón ballenero vasco del siglo XVI, adelantó Agote. Tendrá 25 metros de eslora y estará construido con madera de roble.

Ontziola se encuadra dentro de un ambicioso proyecto turístico consistente en crear en la bahía de Pasaia un "parque lúdico y cultural", que se llamará Euskal Odisea, con el que se pretende promocionar y desarrollar turísticamente la comarca de Oarsoaldea.

El futuro parque contará con varios puntos de atracción, como la vivienda que utilizó el escritor francés Víctor Hugo durante su estancia en Pasaia, el fuerte de San Marcos, los espacios naturales del monte Jaizkibel y el parque natural de Peñas de Aia, la cantera de Arditurri y las instalaciones portuarias de La Herrera, donde se prevé ubicar un museo naval.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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