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Los ecologistas celebran la preservación del marjal de Massamagrell pero denuncian notables ausencias

La inclusión del marjal de Massamagrell en el Catálogo de Zonas Húmedas fue ayer destacada por los ecologistas como un triunfo en su lucha conservacionista. Mientras el anterior borrador sólo incluía en el marjal de Rafalell y Vistabella la superficie del municipio de Valencia afectada y dejaba el enclave en 78 hectáreas, la lista presentada ayer por Medio Ambiente abarca 102 hectáreas e incluye toda la zona del marjal perteneciente a Massamagrell, calificada como suelo urbanizable y que ya ha sido víctima de las excavadoras. Sólo la intervención de los ecologistas, que llevaron el caso a los tribunales, consiguió paralizar el proyecto. El humedal, aunque maltrecho, parece ahora definitivamente salvado.Sin embargo, para los ecologistas, el catálogo adolece de notables ausencias. Entre ellas, la de la albufera de Oropesa, surcada por las barcas hace apenas unas décadas y ahora desahuciada por el Consell. También es el caso de la Marjalería de Castellón, irremediablemente asediada por las urbanizaciones ilegales. En el sur de Alicante, el saladar de Font Calent y la laguna artificial de Rabasa han sido las ausencias más destacadas. Asimismo, los ecologistas critican la fragmentación y reducción de grandes humedales, como el del l'Horta Nord, que debería abarcar desde el río Palancia hasta el Carraixet y se ha quedado en dos manchas (Els Moros y Rafalell y Vistabella).

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El criterio de los ecologistas es que se ha de proteger lo que es y no lo que parece ser. "Que se cumpla la ley", pide Agró, "la ley ordena 'hágase un catálogo de las zonas húmedas', y no 'hagáse uno de las zonas más importantes' o 'uno de las no urbanizables". Abogan por que se usen criterios técnicos.

Por su parte, la oposición criticó el retraso de cinco años en la elaboración del catálogo y expresó su preocupación porque la lista supusiera un recorte de superficie en los enclaves, especialmente entre las que sufren mayor presión urbanística.

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