Los bomberos de Alicante no han cobrado las horas extras de 2024 por apagar incendios y ayudar en la dana

El Consorcio de Bomberos de la Diputación de Alicante no ha pagado una sola hora extra a sus efectivos en todo 2024. La entidad heredada por Toni Pérez, actual presidente, de Carlos Mazón, su antecesor y compañero de partido en el PP, ni siquiera ha abonado las que se contabilizaron cuando nueve dotaciones antiincendios de Alicante acudieron cada día, durante aproximadamente un mes, a ayudar en las labores de rescate y limpieza tras la dana que arrasó parte de la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre. Un informe del propio departamento de Recursos Humanos del Consorcio fija la deuda en cerca de dos millones de euros, a los que habría que sumar la cantidad correspondiente a la dana, que no aparece en este informe porque se elaboró, precisamente, en octubre. La partida de horas extraordinarias presupuestada para 2025, de 1,8 millones, ni siquiera cubre la deuda del ejercicio anterior, por lo que los delegados de UGT en el Consorcio han denunciado al organismo ante la Subdelegación de Gobierno de Alicante por irregularidad presupuestaria y retraso en el pago de las horas extraordinarias, beneficios sociales y productividad.

El informe de Recursos Humanos, al que ha tenido acceso EL PAÍS, señala que “a fecha de 23 de octubre de 2024″, es decir, antes de la catástrofe de Valencia, la “deuda económica por horas extraordinarias de 2024 que deberá atenderse con presupuesto 2025″ es de 1,498 millones de euros. Según esos datos, la Diputación no abonó las horas extra de ningún mes, con abril (217.190,84 euros) y julio (216.734,47) con la deuda más abultada. Tampoco han percibido, continúa el informe, los 18.319,40 euros correspondientes a la intervención de los bomberos alicantinos en las Fallas de Valencia e incluso los 14.302,20 de su participación en las Hogueras de Alicante. “Siendo el coste promedio mensual” de 160.000 euros, “y computando el coste de los tres meses que faltan en unos posibles 480.000 euros más”, la deuda de 2024 con cargo al Presupuesto de 2025 engorda hasta 1,917 millones de euros.

El departamento dependiente de la Diputación, a cargo del diputado de Emergencias, Francisco Cano, indica en su informe que ha solicitado para la partida presupuestaria de gratificaciones por servicios extra 2,8 millones, un “máximo total posible” del que debería destinar 200.000 euros para formación. Por tanto, continúa la jefa de Recursos Humanos, la previsión de máximo crédito disponible en el actual ejercicio sería de 2,6 millones, con lo que el importe de horas extra de 2025 que se podría pagar una vez saldada la deuda es de 682.645, 68 euros. Con su estimación mensual media, apenas da para cuatro meses. La realidad, sin embargo, es aún peor. “Por parte del Consorcio Provincial de Bomberos de Alicante se nos comunicó en Mesa General celebrada el 20 de noviembre de 2024″, es decir, en plenas labores de colaboración en Valencia, “el presupuesto que se había proyectado de cara al ejercicio de 2025, donde la partida de horas extraordinarias” está tasada en 1,8 millones, señala UGT en su denuncia. Con lo que el Consorcio no está ni cerca de librarse de los números rojos. Los presupuestos del año en curso se aprobaron el pasado día 29, con los votos a favor del PP y sin el apoyo de PSOE, Compromís y Vox.

Para UGT, la Diputación, “supuestamente, utiliza la práctica de imputar una deuda de ejercicios anteriores en el nuevo presupuesto”, lo cual puede derivar en “una irregularidad contable y administrativa”. En la denuncia interpuesta en la Subdelegación del Gobierno indican que se pueden estar produciendo una vulneración del principio de anualidad presupuestaria, un ocultamiento de pasivos exigibles, una posible responsabilidad administrativa y legal y una alteración del destino del gasto. También apuntan que el Consorcio está incurriendo en anomalías como las de “enviar a efectivos a otros parques donde falte personal o incluso asignar a bomberos no cualificados como mandos” para ahorrarse las pagas extras. Por todos estos motivos, solicitan en su denuncia, presentada el pasado 31 de enero, “que se investigue el retraso en el pago de las horas extraordinarias correspondientes a 2024″, que “se determine la responsabilidad de los funcionarios encargados de la gestión”, que “se ordene el pago inmediato de las cantidades adeudadas, con los intereses que corresponden por la demora” y, finalmente, “que se adopten medidas correctivas para evitar que esta situación vuelva a repetirse en futuros ejercicios”.

Fuentes del Consorcio aseguran que los 1,8 millones consignados en los presupuestos cubren la deuda al completo. “Las horas extraordinarias no se pueden computar, porque no se sabe cuándo se van a dar” y cuál será el montante total. “En el caso de que se produzcan”, alegan, “se consignarán mediante una modificación puntual o en los presupuestos de 2026″. En cualquier caso, inciden en que “en el último año y medio”, se ha producido “un aumento de plantilla” de unos 180 bomberos, con lo que su dotación “roza los 700″ efectivos. “Hay 31 vacantes que se cubrirán en marzo”, avanzan. “Este crecimiento logrará que prácticamente no se tengan que realizar horas extras”, salvo en casos extraordinarios “como la dana o el incendio de Vall d’Ebo”, que quemó más de 12.000 hectáreas de monte en 2022.

Para el diputado socialista Ismael Vidal, esta situación es “intolerable e insostenible, una muestra más de la incapacidad del PP para gestionar”. Desde su grupo, denuncian “la parálisis de la Diputación y de todos sus órganos”, algo que no afecta solo a subvenciones, sino también, “como en este caso, a los salarios de los funcionarios” y que sucede “en todas las áreas” de la corporación provincial. “Se trata de una parálisis generalizada que están pagando los municipios y los ciudadanos”, sostiene. Vidal, también alcalde de Fageca, tuvo que enfrentarse el pasado verano al incendio de Penáguila, que se originó por las chispas de una radial y que arrasó 270 hectáreas. Generó unas horas extraordinarias entre la plantilla del Consorcio que tampoco se han abonado. “Esta parálisis puede que pase factura también a las montañas y ríos de la provincia”, lamenta.