Josu Onaindi se hace con las riendas de CCOO tras derrotar a Bengoa por apenas 33 votos
Todos los intentos por lograr una integración a última hora resultaron baldíos y CCOO de Euskadi sale de su séptimo congreso dividida en dos. Josu Onaindi, hasta ahora responsable de la federación de Comunicación y Transportes, y cuya candidatura era públicamente desconocida hace ocho días, será el nuevo secretario general de la central tras derrotar a quien hasta ahora ocupaba ese puesto, Santiago Bengoa, por 204 votos frente a 171. El sector crítico copará un total de 13 puestos en la nueva ejecutiva, de 23 miembros, en la que se también sentará Bengoa.
El resultado del congreso no impide que la división sea una realidad en el sindicato vasco. Los intentos que se sucedieron durante todo el día de ayer para que se produjera una integración resultaron baldíos. La dirección de CC OO en Madrid, primero en una reunión privada y luego ante el plenario del congreso, hizo un esfuerzo para que las dos corrientes se fundieran en una única candidatura. Rodolfo Benito, secretario de Organización y Comunicación de la central, se dirigió al plenario para reclamar el acuerdo y recordar que Comisiones Obreras de Euskadi siempre había estado en la lucha por la defensa de las libertades: "No somos un sindicato corporativo. Reclamo nuestro papel como sujeto político. Los trabajadores somos un motor de cambio. No podemos estar ajenos a los problemas de violencia y libertad en el País Vasco".Las palabras de Benito eran una respuesta clara a la declaración de intenciones de Onaindi, quien durante el congreso había manifestado que lo importante era centrarse en la acción sindical y que, para hacer política, ya están los partidos. Benito recordó al plenario que, hace 20 años, por encima de la subida lineal de los salarios CC OO reclamaba la libertad y la amnistía como elementos claves para poder sentarse a negociar.
Esta argumentación enlazaba completamente con la expresada momentos antes por el propio Bengoa: "No somos un partido político ni un movimiento pacifista. Nuestra razón de ser es el sindicalismo, pero el terrorismo pone en juego la libertad, que es el aire que necesitamos para poder hacer sindicalismo". Estas acusaciones de escasa claridad ante la violencia etarra fueron rechazadas por el dirigente crítico y hasta ayer responsable de Formación y Empleo, José Luis Ruiz, quien aseguró que los miembros de su sector siempre han sido claros en su condena del terrorismo, pese a que, a su entender, el sindicato no debe convertirse en un instrumento de lucha política.
La ejecutiva nacional de CCOO reclamó así una lista de integración presidida por Bengoa, algo que no pudo ser. En todo caso, en la central en Madrid no se entiende el porqué de la candidatura alternativa, presentada públicamente apenas una semana antes del comienzo del congreso, y temen que albergue algún interés oculto. Esta dirección promovió a primera hora de la mañana una reunión entre las dos corrientes. En este encuentro Bengoa ofreció no presentarse a la reelección y puso como condición la elaboración de una lista única en la que tampoco estuviera su contrincante. Onaindi no aceptó. Ruiz justificó su decisión en que el sindicato es una organización colegiada, con un programa de todos en el que se corre el riesgo de que "alguien se piense que es un monarquía".
Informe de gestión
La división se hizo patente en las distintas votaciones que se sucedieron a lo largo de la jornada. El informe de gestión de la ejecutiva saliente fue aprobado por 206 votos a favor y 13 en contra. El sector crítico apostó por la abstención y cosechó 138 votos. La enmienda a la ponencia de organización sobre la participación automática de los secretarios generales de las federaciones en la ejecutiva, uno de los teóricos platos fuertes, mostró también la división. Bengoa, que apoyaba la propuesta, logró sólo 151 votos fente a los 176 de los críticos.
El sector de Onaindi argumentó para rechazar la propuesta, que es la que ha llevado, en pura teoría, a la división del sindicato, que la participación de las federaciones debe ser una integración real y no una suma de personas en una ejecutiva que sería ingobernable.
La tensión, pese a las buenas formas de ambas partes, estuvo presente hasta el final del cónclave. Bengoa y Onaindi se fundieron en un abrazo antes de la presentación de sus respectivas candidaturas sólo ante la insistencia de los fotógrafos. Mientras el primero era partidario de ese gesto, su rival se resistió hasta el último momento.
La presentación de ambas candidaturas estuvo también marcada por el papel que deben jugar las federaciones y por la actitud de la formación ante la violencia. Federico García, secretario de Organización saliente y miembro de la corriente crítica, reclamó el sindicalismo puro frente al "virtual" y pidió más trabajo frente a la existencia de muchas cabezas pensantes en la ejecutiva. Este argumento sirvió a Jesús Garatea, ex secretario de Navarra y defensor de la lista oficial, para sostener que en el sindicato "no sobran las ideas". Garatea agregó que el hasta ahora secretario no se merecía una salida en falso y que a las bases se les hubiese hurtado el debate sucesorio.
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