"Las distintas culturas han creado un Cádiz sabio"
Cádiz fue en 1939, recién terminada la guerra civil, un escenario en el que la crueldad y los mayores horrores se mezclaban con la calma aparente que suele reinar en los cementerios. Espías ingleses y nazis combatían en una lucha secreta que tenía como fondo el inicio de la II Guerra Mundial. Los jerarcas falangistas lamían las botas de sus aliados nazis mientras aplastaban a los republicanos vencidos. Una orquesta de músicos judíos que habían huido de Alemania intentaban reivindicar la dignidad del hombre en ese muladar. Éstos son los personajes y el escenario de Miracielos, la última novela de Ramón Mayrata (Madrid, 1952), que acaba de publicar Muchnik Editores."Desde hace más de 18 años suelo ir a Cádiz de forma regular. Allí escuché muchos relatos sobre lo ocurrido tras la guerra civil. En Cádiz se produjo una guerra de los servicios secretos por el control del Estrecho. Había espías por todas partes", señala Mayrata.
"Cádiz era una de las pocas puertas desde donde se podía escapar de una Europa convulsa. Los judíos, los aviadores derribados en la Europa ocupada por los nazis y la gente que intentaba reunirse con las tropas de la Francia libre acudían a Cadíz para escapar al norte de África, Gibraltar o América", explica el novelista.
"He buscado reflejar esa situación límite en que se encontraban los habitantes de Cádiz, que asistían al montaje de una dictadura que convertía la ciudad en una prisión rodeada de murallas. Había, además, el horizonte en que se vislumbraba una libertad que hacía de la ciudad una puerta de la esperanza", agrega Mayrata.
Los judíos que huían de la barbarie nazi estrechan lazos de unión con los habitantes de Cádiz en el relato. "En la novela hay un encuentro entre distintas culturas, entre gentes de religiones distintas, de idiomas distintos. Hay un encuentro de los judíos que huyen de la Alemania nazi, que simbolizan el conocimiento, con las gentes de Cádiz, que están representadas por un muchacho que tiene una sabiduría que va más allá de sus años, que tiene una intuición especial para la música", comenta el novelista. Ese chaval gaditano vivirá una historia de amor que marcará su vida.
La derrota de Hitler
Miracielos muestra la total identificación de la España de Franco con la Alemania nazi. "Cuando Hitler fue derrotado se intentaron maquillar los años anteriores. Con la derrota de Alemania el régimen de Franco perdió a su principal aliado y tuvo que acercarse a EE UU e Inglaterra", dice.
Cádiz vive la desdicha y la tiranía como algo transitorio en la novela. Es una ciudad por la que han pasado muchos pueblos y que tiene unas raíces que cimentan su fuerza. Un personaje de Miracielos afirma: "Este pueblo sabe que su canto se asienta en raíces remotas gracias a las cuales puede mantenerse plantado como un árbol en un presente que la guerra ha convertido en un laboratorio de maldades. Sin esas raíces seríamos hojas al viento".
"Las aportaciones de las distintas culturas han creado un Cádiz sabio, que es capaz de enfrentarse a las situaciones más difíciles con un talento milenario. Cádiz es un crisol de culturas que se expresan a través de su cultura propia. El Carnaval, los títeres de la Tía Norica y el flamenco están vistos en la novela como expresiones de esa sabiduría ancestral", añade el novelista.
Mayrata rinde homenaje en Miracielos al compositor gaditano Manuel de Falla. "En la novela hay un doble cordón umbilical con la cultura liberal española. Por una parte, está el personaje de Romero Salvador, el maestro que le transmite al muchacho protagonista la herencia de los poetas huidos a ultramar. Por la otra, el personaje de Falla, que va más allá de la música y representa la razón, esa moderación imposible en una situación extrema como la de la España de entonces". concluye Mayrata.
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