Los propietarios de las viviendas incendiadas evalúan las pérdidas en más de 700 millones
El portavoz de los damnificados pide un careo con el jefe de bomberos de la Comunidad
Los propietarios de las 16 viviendas de madera calcinadas el viernes en el incendio de Las Rozas han sido alojados provisionalmente en el apartahotel Palacio de Boadilla, en Boadilla del Monte. Ayer sólo algunos de los perjudicados acudieron al lugar del siniestro para intentar encontrar algunas de sus pertenencias entre los escombros. El alcalde de Las Rozas les entregó ayer una lista de viviendas que alquilará el Ayuntamiento para darles alojamiento. El portavoz de los afectados, que evalúan las pérdidas en más de 700 millones, ha pedido tener un careo con el jefe de los bomberos, Luis Villarroel.
Veinticuatro horas después del incendio que arrasó la urbanización Triángulo y las 16 viviendas que la formaban, los dueños de las casas siguen sin estar dispuestos a que la actuación de los bomberos "y de sus mandos" pase inadvertida. Aunque la procesión vaya por dentro, Óscar Danés, portavoz del grupo, sigue manteniendo la calma y la serenidad, y exige mantener un careo con Luis Villarroel, el jefe de los bomberos de la Comunidad de Madrid.Danés quiere que el responsable de los bomberos de la región explique, "entre otras cosas", por qué una excavadora "destruyó", en la tarde del incendio, "pruebas judiciales" al derribar los únicos dos tabiques de piedra que se mantuvieron de pie. También pide a Villarroel que le conteste si una dotación de nueve bomberos en el retén de guardia, que fue la primera que llegó al siniestro, "es suficiente dotación para la base central de los bomberos de la Comunidad de Madrid".
El portavoz calcula que los daños sufridos en la urbanización superan los 700 millones porque el continente y el contenido de cada casa estaba asegurado en un promedio de 40 millones de pesetas, que, "multiplicado por 16, da un resultado de 640 millones de pesetas". A esto hay que sumar otros 250 millones de un seguro suscrito por la comunidad de propietarios. Con los dos seguros la cifra llega a los 702 millones.
Los damnificados reclaman también atención por parte de algún responsable de la Comunidad. Nadie, según su portavoz, se ha dirigido a ellos "para mostrar su pesar" por el suceso. "Sé que un fin de semana no es el momento apropiado para molestar al presidente Alberto Ruiz- Gallardón, pero espero que el lunes sea el día", dice Danés.
Escombros calcinados
La mayoria de las 16 familias no quisieron ayer acercarse hasta el lugar del siniestro porque no se creen con fuerzas suficientes para observar los escombros calcinados de sus viviendas.
Todos ellos pasaron la noche en el apartahotel Palacio de Boadilla. En la mañana de ayer estaban citados con el alcalde, Bonifacio de Santiago, del PP, para hacerles entrega de una lista de viviendas que se encuentran en alquiler en el municipio y que serán sus nuevos hogares hasta que reconstruyan las suyas. Después de la reunión con el regidor, algunos han pasado por la consulta de un psicólogo, contratado por el Ayuntamiento.
La jornada de ayer fue aún más dolorosa, si cabe, que la del viernes. Con el transcurso de las horas, los perjudicados han comenzado a darse cuenta de todo lo que tenían -y ahora ya no tienen- en sus hogares.
Marta vio el viernes cómo su casa se quemaba por segunda vez en 11 años. Pero tenía la confianza, como otros propietarios, en que la actuación de los bomberos evitara la catástrofe, como sucedió entonces. Por eso, lo primero que hizo el viernes fue abrir las dos puertas de su casa y explicar a un bombero cómo se atajó el incendio de 1989.
-Mire, le cogí por el brazo y le expliqué que si construían un cortafuegos en una vivienda que no estuviera incendiada podrían combatir el fuego desde la otra hilera de chalés, sin peligro para sus vidas. Pero no me hizo caso.
Nieves, la joven que alertó a todos los vecinos de la existencia del incendio, salía ayer llorando del despacho del psicólogo. Apenas podía articular palabra, derrumbada por lo ocurrido.
Luis es uno de los propietarios recién llegados a la urbanización. Ayer, en la Concejalía de Servicios Sociales mantenía sus ojos ocultos tras unas oscuras gafas de sol. Las ropas que viste acababa de comprarlas en el Hipercor de Pozuelo gracias a los vales que a tal fin les ha facilitado el Ayuntamiento de Las Rozas. Y es que, claro, no le dio tiempo a sacar ni la cartera de su casa antes de que ésta quedara reducida a cenizas.
-Estas viviendas se construyen en todos los países de Europa, y en Estados Unidos más que en otros lugares, así que no me vengan ahora diciendo que el problema fue que eran de madera.
Luis, como todos, está convencido de que la actuación de los bomberos, y sobre todo de sus mandos, no fue la mejor.
-Yo sé que hubo bomberos que lo pasaron mal y que lucharon todo lo que pudieron. Algunos se jugaron la vida, pero mi queja es contra el cuerpo de bomberos de la Comunidad y sus mandos.
Las 16 familias perjudicadas por el siniestro han llegado a la conclusión de que las pérdidas materiales son salvables, pero... "¿Quién sustituye el retrato que me hizo mi hija. Me van a dar un dalí o un picasso...?, se queja Luis. No puede hablar más. Las gafas de sol ocultan una emoción, sólo delatada por un prolongado silencio mezclado con una cierta rabia.
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