El accidente de un camión con gas colapsa el acceso a Barcelona durante 12 horas

,El accidente de un camión cisterna en la carretera N-II, a la altura de L'Hospitalet, provocó ayer una larga jornada de tensiones ante el temor de que una fuga de los 20.000 litros de gas metano licuado que transportaba explotara, provocando con ello un siniestro mucho mayor. La tardanza de los técnicos de la empresa propietaria del camión en retirar la peligrosa carga y el vehículo que la transportaba provocó un caos circulatorio en los accesos a Barcelona por el sur.

Pasaron unas 12 horas hasta que el camión siniestrado dejó libre la calzada de la N-II. El siniestro, al producirse junto al nudo de Bellvitge, una zona de confluencia de la red viaria principal en el sur de Barcelona, provocó largas colas tanto en esa vía, donde se alcanzaron los siete kilómetros, como en las rondas de Barcelona. El motivo de la tardanza fue que la empresa propietaria del camión, Mol SA, decidió traer a sus propios técnicos desde Madrid para llevar a cabo la delicada operación.

Técnicos de Madrid

El consejero de Interior de la Generalitat, Xavier Pomés, aseguró que exigirían explicaciones a la empresa y ha solicitado un informe a los bomberos de la Generalitat para esclarecer por qué la empresa tardó tantas horas en hacerse cargo de la situación. Además, mostró su perplejidad por el hecho de que la operación tuviera que ser realizada por técnicos procedentes de Madrid, cuando el cuerpo de Bomberos tiene sus propios técnicos. Sin embargo, reconoció que, si bien los bomberos son los encargados de aislar la zona, corresponde a la empresa retirar el vehículo y la carga.

El accidente se produjo minutos antes de la medianoche del jueves al viernes a la altura del kilómetro 612 de la N-II. El camión, que había salido minutos antes de las instalaciones portuarias, se salió de la calzada y circuló durante unos metros por el arcén lateral de la carretera hasta que volcó. Todo apunta a que el conductor del camión sufrió una hemorragia cerebral que hizo que no pudiera controlar el vehículo.

Inmediatamente, se trasladaron al lugar ocho dotaciones de los bomberos, entre ellas un furgón de riesgo químico, que comprobaron que el accidente no había provocado ninguna fuga en la cisterna. El gas metano licuado es inflamable en contacto con la atmósfera y un escape hubiera provocado una explosión. Los técnicos de la empresa decidieron finalmente evacuar tanto el vehículo como la cisterna. La operación se realizó mediante dos grúas; una trasladó el vehículo y la otra la cisterna. El conductor, Manuel G. R., de 56 años, permanece ingresado en la residencia Príncipes de España de Bellvitge, y su estado es muy grave