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El PSOE se niega a modificar "ni una coma" de la ley vigente y CiU ve en el Gobierno disposición al diálogo

El Gobierno ha decidido arrostrar las críticas que le puede acarrear su decisión de aprobar en el Consejo de Ministros del próximo día 30 una nueva Ley de Extranjería que modifique radicalmente la que aprobó el Parlamento en diciembre pasado. El Gabinete pospone la posibilidad de llegar a acuerdos en la negociación parlamentaria, que no empezará antes de septiembre. El Ejecutivo decidió ayer informar a los grupos parlamentarios sobre su nuevo proyecto, tarea que llevó a cabo el delegado del Gobierno para la Inmigración, Enrique Fernández-Miranda. El PSOE e IU adelantaron que rechazan tanto la forma como el fondo de ese texto. CiU valoró la voluntad negociadora del Gobierno y se mostró abierta a acuerdos, con la esperanza de que los socialistas se sumen a ese posible consenso.

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El Gobierno ha convertido en proyecto de ley las 112 enmiendas que presentó a la proposición de ley previamente consensuada por todos los grupos parlamentarios, incluido el popular, y que fueron derrotadas por la oposición el pasado diciembre.

Al escoger la fecha del 30 de junio para que el Consejo de Ministros apruebe el proyecto de Ley de Extranjería, el Gabinete se garantiza un amplio plazo sin debate parlamentario, ya que ese día termina el periodo de sesiones. El Gobierno intentará aproximar criterios con la oposición durante la tramitación del proyecto en el Congreso y en el Senado. A la vista de ese método, el portavoz socialista en la Comisión de Interior, Ramón Jáuregui, transmitió a Fernández-Miranda que el PSOE "en estas condiciones no negociará ni una coma". Jáuregui señaló posteriormente que el PSOE exige que se deje rodar la vigente ley durante varios meses para evaluar su funcionamiento, y que los cambios necesarios se inscriban "en un Plan Global de Inmigración".

El portavoz de CiU, Xavier Trias, manifestó tras reunirse con Fernández-Miranda que su grupo ve "buena disposición y voluntad de diálogo y de consenso en el Gobierno". Trias intuye que se puede llegar a un acuerdo para cambiar los aspectos no relacionados con los derechos y las libertades de los inmigrantes, y reclamó al Ejecutivo que busque el apoyo del PSOE para que el proyecto esté respaldado por los tres partidos mayoritarios.

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