Pujol graduará su apoyo a Aznar según su oferta de financiación
El líder nacionalista catalán, Jordi Pujol, planteará hoy al jefe del Gobierno central, José María Aznar, un acuerdo marco de colaboración entre Convergència i Unió (CiU) y el Partido Popular (PP) para toda la legislatura a cambio de un sistema de financiación autonómico que satisfaga las expectativas de la Generalitat. Aznar, a su vez, reclamará a Pujol una "relación leal" tanto en la política nacional como en la catalana, y que le aclare hasta dónde puede llegar su colaboración con el Ejecutivo central. Pujol admitió ayer que de esta primera reunión no espera "resultados espectaculares".
La primera entrevista entre Aznar y Pujol que se celebra en La Moncloa esta legislatura se produce en un clima totalmente diferente con el que se inauguró la legislatura anterior. La cita entre Aznar y Pujol se ha concertado sin las prisas que existieron hace cuatro años. Entonces el jefe del Gobierno requería el imprescindible apoyo del presidente de la Generalitat para gobernar. Pujol visita hoy a un Aznar con mayoría absoluta y dentro de una ronda de entrevistas que el jefe del Ejecutivo ha abierto con los presidentes autonómicos. Manuel Fraga, presidente de la Xunta de Galicia, fue el primero en acudir a La Moncloa.La reunión viene precedida de una serie de encuentros esporádicos entre ministros del Gabinete conservador y consejeros de la Generalitat con el único fin de explorar el grado de sintonía política entre nacionalistas y conservadores en materia de política económica, financiación y traspasos autonómicos. Por una parte, el PP quisiera extender a esta legislatura el grado de colaboración mantenido con CiU en los últimos cuatro años, cuyos resultados ambos grupos califican de altamente positivos. Aznar busca también alguna fórmula de colaboración estable con CiU en el Parlamento para disipar la imagen de "rodillo" que otorga a su Gobierno la mayoría absoluta lograda el 12-M.
El presidente del Gobierno querría que esa fórmula se tradujera en una "relación leal" en la que no cupieran conflictos entre el Ejecutivo central y la Generalitat catalana como el que derivó de la celebración del Día de las Fuerzas Armadas en Barcelona. Y que esa "relación leal" se extendiera al trato de la Generalitat al PP de Cataluña, que apoya en el Parlamento su acción de Gobierno.
Mientras, los nacionalistas catalanes, más allá de adquirir un compromiso firme que pueda hipotecarles el resto de legislatura tanto en Madrid como en el Parlamento catalán, no quieren irse con las manos vacías: un incremento sustancial de los recursos financieros de la Generalitat y nuevas competencias dejarían a los convergentes más que satisfechos.
Pero el tiempo apremia. Pujol pedirá a Aznar que al inicio del próximo periodo de sesiones en septiembre, el Gobierno presente una propuesta clara de financiación autonómica, lo que facilitaría una negociación sin prisas ya que el nuevo sistema no debe entrar en vigor hasta el 1 de enero de 2002. Cuanto más satisfaga el nuevo modelo a los nacionalistas mayor será su nivel de implicación en la acción de gobierno del Partido Popular.
Aznar responderá a Pujol con la tesis que ha mantenido sobre CiU desde que el PP obtuvo la mayoría absoluta en las elecciones del pasado 12 de marzo: "Dígame usted hasta dónde quiere llegar en su colaboración con el Gobierno, cuyo programa ya conoce y apoyó en la investidura, y ponga usted mismo los límites".
No obstante, el portavoz del Ejecutivo catalán, Artur Mas, se esforzó ayer en rebajar las expectativas políticas que ha generado la entrevista entre Aznar y Pujol y anunció que no cabía esperar resultados espectaculares. "[La entre-vista] servirá para calibrar el uso que el PP quiere hacer de la mayoría absoluta y, sobre todo, ha de servir para crear el clima más positivo posible", afirmó el portavoz.
Fuentes de la Generalitat comentaron que, con toda probabilidad, el presidente del Gobierno central pedirá además a Pujol que CiU se mantenga prudente respecto al conflicto vasco y que sus dirigentes no sean beligerantes con la política del Gobierno central. El portavoz adjunto de CiU en el Congreso, Manuel Silva, ofreció el apoyo de su grupo al Gobierno central en la lucha antiterrorista, aunque se desmarcó de las duras críticas que el Ejecutivo está dirigiendo al PNV.
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