Bruselas inicia un expediente a Francia por mantener su monopolio eléctrico
La Comisión Europea acordó ayer enviar a Francia una carta de emplazamiento para que modifique parte de la ley que transpone a su legislación la directiva europea 96/92/CE de apertura del mercado eléctrico. Bruselas, por iniciativa de la vicepresidenta y responsable de Energía, Loyola de Palacio, le da a París dos meses para que modifique la ley, so pena de llevarla al Tribunal de Luxemburgo. "El acceso a la red [eléctrica] no puede ser de geometría variable, y las mismas reglas deben aplicarse a todos", afirmó De Palacio.
La Comisión considera ilegal el artículo 22.3 de la ley francesa porque exige que los contratos de suministro de electricidad tengan una duración superior a tres años. A juicio de Loyola de Palacio, esa exigencia constituye un obstáculo manifiesto a la libre circulación de electricidad y la prestación de servicios eléctricos. "La realización de un mercado único de electricidad no puede tolerar tales obstáculos: el acceso a las redes no puede tener una geometría variable y a todos se les deben aplicar las mismas reglas", afirmó la comisaria española en una declaración escrita hecha pública ayer por la Comisión. "Cualquier limitación temporal es un obstáculo a la apertura del mercado a la libre competencia", añadió De Palacio.
La directiva 956/92/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, relativa a las reglas comunes en el mercado interior de la electricidad, persigue la apertura progresiva a la competencia del mercado de la producción y suministro de electricidad.
Francia adoptó la ley que transpone esa directiva a su legislación nacional en febrero pasado, con más de un año de retraso y después de que la Comisión Europea amenazara varias veces con abrir un procedimiento de infracción por ese retraso.
Represalias
Algunos países, como el Reino Unido y España, llegaron a poner en marcha medidas de represalia contra Éléctricité de France (EdF) para contrarrestar así el beneficio que durante meses obtuvo al mantenerse cerrado a la competencia extranjera el mercado francés.
En España, y con ocasión de las ofertas de compra lanzadas sobre la compañía eléctrica asturiana Hidrocantábrico, el Ministerio de Economía vetó la presentación de una oferta de compra por parte de la compañía alemana EnBW, participada por EdF.
El artículo 22.3 de la ley francesa estipula que "(...) el marco contractual en el que se efectúa el suministro de electricidad no puede tener una duración inferior a tres años, en interés de la eficacia de la programación plurianual de las inversiones a la producción, las misiones de servicio público y el respeto al principio de mutabilidad de los contratos".
Al entender de la Comisión Europea, la directiva no impone ningún límite temporal para el acceso a las redes y, en consecuencia, no se puede impedir el suministro de electricidad con la exigencia de una duración mínima de los contratos de suministro.
Como consecuencia de todo ello, el Colegio de Comisarios acordó ayer enviar al Gobierno francés una carta de emplazamiento. Si en dos meses Francia no ha acabado con la situación de infracción se pondrá en marcha la denuncia ante el Tribunal de Luxemburgo.
El monopolio de hecho de EdF en Francia y las dificultades para aumentar los puntos de interconexión eléctrica entre España y el país vecino han provocado reiteradas quejas a la Administración y a Bruselas por parte de las compañías españolas.
Por otra parte, Bruselas autorizó ayer, aunque con fuertes restricciones la fusión de las compañías alemanas Veba y Viag. Para llevar a cabo la fusión, ambas deberán desprenderse de sus participaciones en la sociedad de interconexión Veag y en el productor de lignito Laubag. Otro tanto deberán hacer las compañías RWE y VEW, que también han anunciado su fusión. Veag se convertirá así en la tercera eléctrica alemana y evitará el duopolio Veba-Viag / RWE-VEW.
