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La policía tomó Santa Eugenia para evitar la marcha vecinal por la N-III

El barrio de Santa Eugenia amaneció ayer tomado por efectivos policiales, a pesar de que la asociación de vecinos La Colmena había anunciado que no llevaría a cabo la manifestación por la carretera N-III, prohibida el pasado día 2 por el delegado del Gobierno, Francisco Javier Ansuátegui.La marcha de protesta contra el trazado de la futura M-45 se transformó en una concentración de más de 700 personas en la plaza de Castillo de Aza. Un vecino leyó un comunicado en el que piden a Ansuátegui que se exprese con el mismo "celo profesional" para "hacer comprender" al presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, y al consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, "la peligrosidad" que conlleva construir "tres carrilles de alta velocidad a las puertas de dos colegios".

Los diputados regionales Pedro Sabando, del PSOE, y Julio Setién, de IU, y la concejal Inés Sabanés, de IU, estuvieron con los vecinos. Sabando intentó convencer al jefe del dispositivo policial para poder marchar por el arcén de la carretera de "uno en uno" y bajo su "responsabilidad" y dio su palabra de que "no se invadiría ningún carril de la autovía". Pero el inspector alegó que no estaba autorizado para negociar.

En la marcha por el barrio, que sí estaba consentida por el delegado del Gobierno, hubo momentos de tensión entre la policía y los manifestantes cuando éstos quisieron cruzar la autovía por un paso subterráneo. La policía lo impidió.

El mayor momento de tensión se vivió cuando los manifestantes intentaron cruzar el túnel que discurre por debajo de la autovía, ya que "los antidisturbios formaron un cordón, nos amenazaron, nos zarandearon, rompieron paraguas que llevábamos para protegernos del sol e, incluso, rompieron los palos que sujetaban la pancarta de la plataforma".

"No somos la ETA"

La presidenta de la asociación de vecinos La Colmena, Marisa García de la Torre, señaló posteriormente que los efectivos policiales "reprimieron duramente" a los vecinos en su intento de pasar por el subterráneo y advirtió al delegado del Gobierno: "Los vecinos de Santa Eugenia no somos la ETA". Fuentes policiales, sin embargo, afirman que la protesta transcurrió "con normalidad" y que el despliegue policial fue "el habitual" en este tipo de actos.

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García de la Torre, miembro de la asociación, criticó la "prepotencia de la policía, que no se ha correspondido en absoluto con la actuación de los vecinos", y consideró que se habían vulnerado sus derechos constitucionales.

Los motivos de la protesta, según la presidenta de la asociación vecinal, son que "el proyecto de enlace de la N-III con la M-45 lesiona gravemente al barrio porque se perderán 200 árboles, además de constituir un peligro al agredir directamente a un colegio con 2.300 niños y a un instituto con 800 alumnos". La Asociación, que volverá a convocar una nueva manifestación para el próximo jueves, propone que el proyecto de construcción del nudo de conexión de la N-III se haga soterrado.

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