500 guarderías privadas incumplen los requisitos legales

Unas quinientas guarderías privadas de las aproximadamente ochocientas que hay en la región tendrán que adaptarse antes del año 2002 a la normativa si no quieren morir. Ésa es la cifra que baraja la Consejería de Educación de las que todavía no cumplen los requisitos mínimos legales. Los problemas más graves son de infraestructura y de personal. El Defensor del Menor, en su informe anual, se ha hecho eco de esta cuestión y establece taxativamente que "la calidad de los productos educativos en los centros públicos supera a los centros privados", que se acercan más a un modelo de servicios."Las guarderías y casas de infancia pasaban por ser lugares donde el menor era atendido en lo referente a la alimentación e higiene, y en los que la educación pasaba a un segundo plano". Ése es el motivo por el que, según el estudio del Defensor del Menor, "ha existido una gran proliferación de estos centros sin unos requisitos y garantías mínimas".

La LOGSE (Ley Orgánica General del Sistema Educativo) dio un revolcón a esta concepción y estableció que estos centros -que atienden a niños de entre cero y seis años- debían tener un contenido educativo.

Es algo que a ojos del defensor del menor de la Comunidad de Madrid, Javier Urra, está lejos de cumplirse en un gran número de guarderías privadas. A ello le pone cifras la Consejería de Educación: unas quinientas casas de infancia no garantizan los requisitos mínimos fijados en un real decreto de 1991. La principal objeción es que carecen tanto del personal como de las infraestructuras que se establecen en él. La fecha tope para adaptarse a lo dispuesto por esta normativa es el año 2002. Eso o desaparecer.

El estudio del Defensor del Menor -realizado en 34 centros infantiles, de los que 24 eran privados- concluye que "la calidad de los proyectos educativos en los centros públicos supera a los privados". Y lo argumenta con datos: un 50% de las guarderías privadas visitadas para realizar el estudio no contaba con personal titulado en educación infantil, y, lo que es más "grave": el número de personas es insuficiente, lo que "supone la desatención de los menores en determinados momentos".

En un 41% de estos centros educativos hay un alto número de alumnos por aula y "en algunos casos este número es rebasado con amplitud". Los topes legales son de ocho alumnos por aula en el caso de niños de entre cero y un año; 13 entre uno y dos años; 20 entre dos y tres años, y 25 entre tres y seis años.

Las guarderías privadas responden, "con algunas excepciones", más al modelo asistencial que al educativo. Son "pocos" los centros que cuentan con apoyo psicológico dentro de la guardería, "siguen realizando su trabajo pedagógico basado en el día a día" y "el periodo de adaptación y relación con los familiares son materias que, por el momento, siguen sin ser tenidas en cuenta por regla general", según el Defensor del Menor.

Pero la "mayor dificultad" con la que se enfrentan los centros privados para adaptarse a la normativa es que muchos de ellos están situados en los bajos de bloques de pisos, "lo que puede calificarse de grave", ya que su ubicación debería ser en un edificio independiente. Además, "un alto porcentaje" presenta deficiencias de infraestructura y carecen del espacio imprescindible para emprender las reformas necesarias que solucionarían sus deficiencias.

Muchos cerrarán

Sin embargo, otros aspectos, como los referidos a la seguridad, no plantean mayor problema: "En la mayor parte de los centros se ponen medidas de seguridad ante incendios, como rampas, extintores y señalización de salidas de emergencia". Pero otras medidas arquitectónicas son "menos intensas", como columnas con aristas o enchufes al descubierto. Lo mismo ocurre con "las condiciones de habitabilidad", como ventilación, calefacción o luminosidad, que "en líneas generales son adecuadas".

El Defensor del Menor es claro: "La adaptación de los centros para el año 2002 supondrá el cierre de muchos de ellos debido a la imposibilidad de adaptar sus necesidades al mínimo exigido".

Javier Urra también da un tirón de orejas a la Administración pública por la "insuficiencia" del número de plazas para niños de entre cero y tres años. "Se puede concluir que en esta Comunidad existe una falta de centros suficientes", agrega, "para abarcar la demanda existente, sobre todo en el primer ciclo de educación infantil".

Y a pesar de tener una red compuesta por más de 200 centros de titularidad autonómica y municipal, unos 7.000 niños de entre cero y tres años se quedarán fuera y tendrán que elegir entre una guardería privada o quedarse en casa.

El segundo ciclo de infantil (de tres a seis años) no plantea mayores problemas: la inmensa mayoría de los niños están escolarizados en los colegios de primaria, que también ofrecen plazas para estas edades, aunque no con la misma calidad.