La política del palo y la zanahoria
Antes incluso de la primera cumbre entre los dos Kims, los presidentes de Corea del Sur y del Norte, ha dado un primer resultado: la Casa Blanca anunció el jueves que procedería en breve a un levantamiento parcial de las sanciones económicas impuestas al régimen norcoreano.No deja de ser paradójico que, por un lado, Washington castigue a Pyongyang por su supuesto apoyo al terrorismo, la fabricación y exportación de misiles, etcétera, y, por otro, sea desde 1996 el mayor donante de ayuda humanitaria -por delante de la Unión Europea- a una Corea del Norte exhausta y hambrienta. Su ayuda, entregada a través de la ONU, ha evitado una hecatombe humanitaria y ha supuesto un alivio para el régimen.
Otra iniciativa apaciguadora ha sido la suspensión por la Fuerza Aérea de EEUU, mientras dure la cumbre, de los ejercicios de bombardeo con fuego real que realiza en Corea del Sur y que son cada vez más impopulares entre la población.
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