Condecorados como víctimas del terrorismo 5 agentes muertos por delincuentes comunes

El Gobierno central ha condecorado como víctimas del terrorismo a cinco agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil que murieron en acto de servicio a manos de delincuentes comunes y sin que en los hechos interviniesen grupos terroristas. La concesión de la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo fue decidida en todos los casos por acuerdo del Consejo de Ministros, al mismo tiempo que se otorgaba a otras personas sí asesinadas por diferentes bandas terroristas.

El primer acuerdo fue adoptado el pasado 10 de marzo, cuando se distinguió a 20 personas, entre las que se encontraban los guardias civiles Ramón Antonio López Vilchez y Antonio Bailón García. Ambos agentes murieorn el 30 de noviembre de 1985 en la prisión de Granada durante un motín. Uno de los internos, Antonio Maya, El Marce, armado con un revólver, disparó contra los dos guardias civiles causándoles la muerte, al tiempo que hería a un tercer agente.El Marce, un delincuente con un historial de condenas por atentado, robo, violación y asesinato, fue condenado por la Audiencia de Granada a 98 años de cárcel por los dos crímenes.

El Consejo de Ministros del 19 de mayo aprobó la concesión de la condecoración reservada para las víctimas del terrorismo al sargento de la Guardia Civil Eugenio Recio Guzmán, quien, junto al agente del mismo cuerpo Manuel Pérez Comerón (no condecorado), murió el 7 de octubre de 1979 en Puentearce (Cantabria) a manos de dos individuos que habían pertenecido anteriormente al instituto armado. Los dos ex agentes acudieron al cuartel de dicha población para apoderarse de armas. Tras penetrar en el acuartelamiento, los asaltantes robaron la pistola a un guardia civil y con ella mataron al sargento y al guardia Pérez Comerón.

Finalmente, el Consejo de Ministros acordó en su reunión del pasado viernes condecorar a los policías Antonio Penas Valera y Raúl Santamaría Alonso. El primero murió el 22 de septiembre de 1987 en un tiroteo con unos atracadores que fueron sorprendidos cuando intentaban asaltar un banco en Oviedo.

Santamaría Alonso falleció el 12 de octubre de 1983, junto con otro policía, en el hospital provincial de Burgos, donde estaban custodiando a un atracador.