El ensayo de España, sólo en la Red

El ciberespacio le jugó una mala pasada a José Antonio Camacho, y a la propia Federación Española de Fútbol. La selección española se entrenó ayer a puerta cerrada por orden de Camacho, que luego prohibió a la prensa extranjera hablar con los jugadores, circunstancia que pareció ir contra la corriente a favor que ha sembrado la prensa internacional respecto a la selección, nunca tan elogiada como hasta ahora. En su afán por mantener en secreto ciertos aspectos tácticos del partido contra Noruega, el seleccionador tomó medidas que contradicen la normativa de la UEFA, al impedir que los periodistas extranjeros accedieran al campo de entrenamiento. El suyo fue todo un despliegue de hermetismo que se derrumbó inesperadamente por vía cibernética. Un portal de Internet que acoge la página oficial de la fereción española (futvol.com) lanzó a la red todos los detalles que Camacho tanto se había empeñado en mantener en secreto. El portal, correspondiente a la empresa Media Park, publicó en un artículo las jugadas a balón parado que ayer practicó la selección."Nosotros no somos la federación, somos independientes", explicó ayer un periodista que trabaja para Media Park, la empresa de medios audiovisuales que ha firmado un contrato con la federación. "La información del entrenamiento la hemos conseguido por nuestros medios. No diré si vimos el entrenamiento en directo o no. Nosotros colaboramos con la federación pero no formamos parte de ella, así es que si tienen alguna queja, los oiremos sin problema". Entretanto, en el portal, la información sobre el entrenamiento se prodigó en datos, más o menos conocidos. Se practicaron las jugadas a balón parado, aunque no se hicieron tiros directos a portería. Guardiola y Fran ejecutaron los lanzamientos desde la derecha, mientras Mendieta y Valerón lo hicieron desde la izquierda. Raúl y Alfonso cedieron los balones que recibía Hierro en la frontal, o Etxeberria en la banda. También practicaron centros para que rematara Urzaiz.

La prensa extranjera protesta

El viernes, a las once de la noche, el seleccionador comenzó a filtrar lo que evidenciarían los hechos a la mañana siguiente: que España se entrenaría fuera de la mirada de la prensa sin anuncio oficial previo. Cuando el entrenamiento terminó, sólo la prensa española fue autorizada a ingresar, mientras que los periodistas extranjeros quedaron relegados fuera del campo de entrenamiento, en contra de la normativa de la UEFA. La cadena de televisión CNN, las agencias Reuters, France Presse, AP, DPA, el periódico inglés The Guardian, el alemán Frankfurter Allgemeine, el italiano La Gazzetta dello Sport, y la televisión noruega no tuvieron más remedio que aferrarse a las rejas del portón, en la calle. Algunos se preguntaron con amargura por qué Camacho, ensalzado por los medios extranjeros, que han coincidido por primera vez en elogiar al equipo español e incluirle como favorito, tomaba esta determinación. El enviado de la Gazzetta recordó uno de sus títulos recientes, "Arriba España", quizá frustrado por no poder cambiarlo.

No tardaron en acumularse los faxes de quejas formales en el gabinete de prensa de la UEFA. Y no tardó en sonar el teléfono móvil de uno de los representantes de prensa de la UEFA, que debió trasladarse de inmediato a Tegelen. Allí, este portavoz se encontró con los hechos consumados. Las conferencias de prensa ya se habían hecho y no quedaban jugadores en la zona. "He hablado inmediatamente con Ángel María Villar y la normalidad ha sido restaurada", proclamó el portavoz de la UEFA, que dijo que no se volvería a repetir un caso semejante. El jefe de prensa de la federación española, por su parte, se apresuró a asumir la responsabilidad del agravio. Luego invitó a la prensa extranjera a una comida especial en el restaurante que la federación ha instalado en el club Tiglieja.

Pep Guardiola justificó el entrenamiento a puerta cerrada en el interés lógico de su técnico por mantener en secreto las argucias tácticas y estratégicas que pondrá en práctica la selección en el partido del próximo martes. "No pretendemos con esto joder a la prensa, sino que los noruegos no sepan lo que hacemos", aclaró el medio centro del Barcelona. Y lo cierto es que las medidas que ha adoptado Camacho para aislar a la selección del ruido han sido muchas. Comenzando por la situación de la concentración de la plantilla, que vive recluida en un palacete exclusivamente reservado, a 175 kilómetros de Amsterdam, en los bosques que se extienden entre el río Maas y la frontera con Alemania. "Vivimos en un búnker", explicó ayer Gerard. "No tenemos ni televisión, ni periódicos, ni nada".