Italia multa con 56.000 millones a nueve petroleras por pactar el precio de la gasolina

Italia y Francia han tomado duras medidas contra la escalada de los precios de los carburantes y la falta de competencia en el sector. La autoridad antimonopolio italiana multó con 56.000 millones de pesetas a las nueve principales petroleras que operan en el país, a las que acusa de concertar los precios y perjudicar a los usuarios. En Francia, el ministro de Economía, Laurent Fabius, envió a sus inspectores a registrar las sedes de varias petroleras para verificar el método con el que se fijan los precios, y en su caso, tener pruebas de que las empresas están pactando las subidas. Fabius, además, amenazó con medidas enérgicas si comprueba que en los próximos meses el sector no se ha abierto más a la competencia.

Las compañías petroleras multadas en Italia han sido Agip, el principal grupo italiano, Esso, Api, Erg, Shell, Q8, Tamoil, Ipi y Fina. Todas, según un anuncio producido ayer, recurrirán la medida porque la consideran "infundada e injusta". La sanción, que deberá ser hecha efectiva antes de noventa días, castiga a las compañías por "graves" alteraciones en el mercado mediante acuerdos que supusieron para los automovilistas un gasto añadido de casi 122.500 millones de pesetas entre los años 1994 y 1999. En su veredicto, anunciado después de una investigación de ocho meses, la autoridad antimonopolio relevó que estas compañías, reunidas en la denominada Unión Petrolera, realizaron un acuerdo que supone "un pacto contrario a la libre competencia". La sentencia, que absuelve de culpa a los distribuidores, recuerda que en 1999 el precio medio de los carburantes fue en Italia más elevado que el de Francia, Alemania y el Reino Unido y los consumidores no pudieron beneficiarse de las oscilaciones de precios en un contexto de libre competencia de mercado.

Las asociaciones de consumidores, que con sus denuncias pusieron en marcha la investigación del organismo que se ocupa de la defensa de la competencia en Italia, mostraron su satisfacción, aunque consideraron que la sanción podría haber sido más dura. "Se trata de una sentencia histórica y de una victoria para los consumidores", señaló Gustavo Ghidini, presidente del Movimiento de Consumidores, quien añadió que esta decisión "acerca a los usuarios italianos a los niveles de defensa que existen desde hace décadas en países como EEUU".

Ghidini subrayó que la multa ha sido "generosa", si se tienen en cuenta los beneficios alcanzados por las petroleras con sus prácticas ilícitas, pero define la sanción como "la mejor medicina". La autoridad antimonopolio ha aplicado una sanción equivalente al 3,5% de la facturación de cada sociedad, aunque el ministro de Finanzas, Ottaviano del Turco, tenía en su mano multar a las petroleras con hasta un 10%. Se trata de la mayor sanción impuesta por este organismo, que ya ha castigado por prácticas ilícitas a sociedades bancarias, aseguradoras, o farmacéuticas.

Investigación en España

Fuentes del Ministerio de Economía español declinaron comentar la sanción de las autoridades italianas. El Servicio de Defensa de la Competencia, que depende de este ministerio, tiene abiertos 11 expedientes por denuncias de prácticas anticompetitivas por parte de las petroleras españolas y en especial por concertación de pecios. El pasado 22 de mayo, coincidiendo con la declaración de que Bruselas vigila la "sorprendente" coincidencia de los precios de los carburantes en España, hecha por la comisaria de Transporte Loyola de Palacio, Economía informó de que Defensa de la Competencia había enviado al Tribunal de la Competencia un informe en el que imputaba a Repsol una infracción que consistía en alargar los contratos de exclusividad con los gasolineros más del máximo de 10 años que permite la ley.

En Francia, el ministro de Economía, Laurent Fabius, se reunió ayer con los representantes de las petroleras y les dijo que esperaba que la competencia tenga un mayor peso en el sector energético. Para que sus palabras no cayeran en saco roto, Fabius las reforzó con la amenaza de que el Estado intervendría si tal competencia no era suficiente, y añadió que espera que las gasolineras que TotalFina debe vender por mandato de Bruselas tras comprar Elf vayan a parar a manos de nuevos operadores.