El juez pide un fallo rápido del Supremo sobre Microsoft para no dañar la economía de EEUU
El juez Thomas Penfield Jackson, que ha encontrado a Microsoft culpable de violar las leyes antimonopolio y ha ordenado su división en dos empresas, se declaró ayer partidario de acelerar la fase de apelaciones y enviar el caso directamente al Tribunal Supremo de Estados Unidos. En declaraciones a The Washington Post, el juez afirmó que, para evitar daños mayores a la nueva economía, el caso Microsoft no debería arrastrarse durante años en los tribunales. El Departamento de Justicia de EE UU, demandante y vencedor del caso, ofreció de nuevo a Microsoft un acuerdo extrajudicial.
Bill Gates, desde la ciudad norteamericana de Seattle, y su brazo derecho, Steve Ballmer desde la holandesa Rótterdam, confirmaron que Microsoft apelará la segregación ordenada Jackson, que el primero califica de "el mayor intento gubernamental de regular la industria de la tecnología". Microsoft presentó ayer mismo a Jackson un escrito que afirma que la segregación "dañará de modo irreparable a la empresa, a sus 35.000 empleados, a sus millones de accionistas y a las decenas de millones de consumidores de todo el mundo que usan sus productos". El escrito, que será desestimado, le pide a Jackson que suspenda sus decisiones del miércoles.Apelaciones
William Neukom, abogado de Microsoft, informó que luchará para que, pese al deseo del juez Jackson, compartido por el departamento de Justicia, el caso siga el conducto habitual y llegue primero al Tribunal de Apelaciones del Distrito de Columbia y no, como permite una ley estadounidense para asuntos de alto interés económico, sea dirigido directamente al Tribunal Supremo.
Microsoft cree que tiene una gran oportunidad de combatir su segregación en el Tribunal de Apelaciones del Distrito de Columbia. Ese tribunal ya sentenció en 1998 a favor de Microsoft frente a una decisión del juez Jackson sobre la necesidad de separar de inmediato el sistema operativo Windows del navegador Internet Explorer. Gates acusó ayer de parcialidad a Jackson en una entrevista con CBS. "Ese juez", dijo, "tenía una opinión formada antes de que empezara este proceso. Ya existe un precedente en el que el tribunal de apelaciones desestimó completamente una decisión suya".
Jackson expresó ayer también que, pese a la dureza de su fallo, que coloca a Microsoft en el histórico paquete de Standard Oil, American Tobacco, Alcoa, DuPont y AT&T, prefiere una solución negociada. "Siempre he pensado", dijo a The Washington Post, "que el mejor remedio es el que puedan negociar directamente las partes". Ya lo promovió, de hecho, cuando nombró al juez de Chicago Richard Posner como mediador entre el Gobierno y la empresa de Gates. Ante las escasas concesiones de Microsoft, Posner dio por fracasada su mediación, lo que llevó a Jackson a sentenciar, el pasado abril, que esa empresa violó las leyes antimonopolio y a decidir, el miércoles, que el mejor remedio para el problema que plantea es una separación en dos.
Desde la posición de fuerza de su completa victoria en la primera fase de la batalla judicial, el departamento de Justicia norteamericano tendió ayer una mano a Microsoft. "Estamos dispuestos a celebrar negociaciones para alcanzar un acuerdo extrajudicial", declaró Joel Klein, el fiscal que ha liderado la batalla gubernamental contra el principal fabricante del mundo de programas informáticos. Pero Klein precisó que ese acuerdo debería "estar a la altura de las violaciones de las leyes antimonopolio" cometidas por Microsoft.
Negativa
La actitud de los directivos de Microsoft no parecía ayer inclinada a un compromiso extrajudicial. Gates insistió en que su empresa no ha violado ninguna ley. La separación de Microsoft en dos empresas, una que se ocupe del sistema Windows y otra del resto de los programas, como Office, y de Internet, no se materializará hasta que culmine el proceso de apelaciones, lo que podría ocurrir dentro de un año, en caso de "vía rápida" por el Supremo, o de dos años, por el procedimiento habitual. Pero, según la sentencia de Jackson, Microsoft tiene cuatro meses para presentar un plan de segregación.
Aún más, el fabricante de Windows está obligado a cambiar de prácticas comerciales a partir de septiembre. Microsoft deberá solicitar un mismo precio por Windows a todos los fabricantes, deberá permitirles que organicen los iconos de los escritorios y deberá autorizarles a ocultar el navegador Explorer.
El fiscal Klein se anticipó ayer a la apuesta de Gates porque una victoria del republicano George Bush cambie la belicosidad del Gobierno. "Tengo un gran respeto por el compromiso del Departamento de Justicia de EE UU de aplicar la ley por encima de opciones partidistas", dijo.
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