De Barañano pretende abrir el IVAM hacia el "espacio europeo"

El nuevo director del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM), Kosme de Barañano Letamendia (Bilbao, 1952), esbozó ayer las líneas generales de lo que será su mandato. Afirmó su propósito de "crear una programación de gran calidad, con menos exposiciones de gabinete" y más muestras que analicen "en profundidad los grandes nombres", y exprimir al máximo la potencialidad de los montajes expositivos. El catedrático vasco de Historia del Arte declinó concretar sus planes, a la espera de darlos a conocer en el consejo rector, pero avanzó su propósito de centrar el museo en el "espacio europeo".El IVAM , "uno de los mejores museos de España, no compite con el Reina Sofía, "que es el gran museo nacional y es Madrid", ni con la gran "capacidad mediática gracias al magnetismo de la arquitectura y de un socio norteamericano" del Guggenheim, sino con museos de ciudades como Düsseldorf, Francfort, Zúrich o Estocolmo, o del arco mediterráneo, como Florencia o Niza, añadió el director del museo, que sustituye a Juan Manuel Bonet, responsable ahora del Reina Sofía. "Mi idea es que Valencia se convierta en un punto de referencia europeo y estar en ese circuito de exposiciones de calidad, de referencia metropolitana", añadió el especialista en Chillida, Giacometti y Picasso. No obstante, De Barañano recordó que su "sentido del museo" no se va a notar hasta 2002 debido a que la programación ya está prácticamente cerrada.

El nuevo director, nombrado a propuesta de la Generalitat, gobernada por el PP, dijo haber sido escogido por su "currículum y no porque pertenezca al PP, que no pertenezco" y prefirió no pronunciarse sobre la polémica generada a raíz de la colocación de una escultura de José Sanleón en la explanada del IVAM, por imposición de la Generalitat. Su nombre no figuraba en el manifiesto en defensa de la autonomía del museo firmado entonces por artistas y especialistas. Dijo que el diálogo es fundamental y apuntó más tarde que en un espacio público tan emblemático como las puertas de un museo, si se opta por poner en él una escultura, ésta debe ser de los mejores escultores, como Henry Moore o Giacometti.