_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Ecotasa

Los turistas deben pagar el deterioro medioambiental en Andalucía. A eso le llaman ecotasa, una palabreja que en los próximos meses saltará a las páginas de los periódicos con fuerza y polémica. Si usted quiere tumbarse al sol en las playas andaluzas, darse un respiro pulmonar en Cazorla o perderse por el Cabo de Gata, tendría que retratarse antes, o sea, pagar unas miles de pesetas para visitar la tierra en la que nadie se siente extraño. Pero si le van a tocar la cartera, se lo pensará dos veces.El debate se ha abierto con la propuesta de IU de llevar el asunto al Parlamento. Antonio Romero, veterano experto en abrirse huecos informativos, dará la batalla con la ecotasa. Se oponen, como no podría ser de otra manera, los populares, los empresarios, posiblemente los sindicatos, mientras que el Gobierno andaluz no lo ve nada claro. Le va a ser difícil nadar y guardar la ropa. La palabra la tiene el consejero de Turismo, José Hurtado, quien en el congreso nacional de Zontur escuchó de Miguel Sánchez, presidente de la comisión de turismo de los empresarios andaluces, que sería una "barbaridad" multar a los turistas por venir a nuestra tierra. Hurtado, fiel a su manera de ser y a su palabra, le contestó que era necesario oír a todas las partes y abrir el diálogo sobre un asunto que puede marcar el futuro del turismo andaluz.

No es un asunto baladí. La ecotasa, si se aplicara, supondría ingresar en las arcas andaluzas miles de millones de pesetas, pero los efectos negativos podrían ser mayores. Castigar al turista que llega con un canon de entrada es una temeridad cuyas consecuencias pueden ser muy graves para el sector más importante de la economía andaluza. Y sería utópico pensar que este impuesto solucionaría el deterioro histórico del medioambiente no siempre imputable al turismo. Muchos ayuntamientos propician un crecimiento desaforado para conseguir recursos, caso de Marbella y otros.

Hurtado, que no es dado a tomar decisiones sin antes estudiarlas en profundidad, tiene previsto encargar unos trabajos, analizando los pros y los contras. Lo que sí está claro es que el presidente andaluz, Manuel Chaves, le prometió a los empresarios del sector, según Miguel Sánchez, que no se aplicaría la ecotasa.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_