_
_
_
_

La Mafia siciliana intenta pactar beneficios carcelarios con el Estado

Una parte de los capos mafiosos encarcelados a raíz de la última ofensiva terrorista de Cosa Nostra, entre los años 1992 y 1993, intenta a la desesperada pactar con el Estado italiano mejoras carcelarias a cambio de una rendición total. La propuesta hecha por algunos representantes de este sector "moderado" de la Mafia a varios magistrados se resume en una palabra: "Disociación". Es decir, total alejamiento de la honorable sociedad a cambio de disfrutar de los beneficios accesibles hoy a otros presos.

La existencia de estos contactos, revelados ayer por la prensa italiana, fue confirmada por el fiscal nacional Antimafia, Pierluigi Vigna, principal interlocutor de los mafiosos, quien, sin embargo, desmintió que haya ninguna negociación en marcha con los miembros de Cosa Nostra. El ministro de Justicia, Piero Fassino, insistió en el mismo extremo.Vigna se decidió a hablar ayer tarde ante las dimensiones de la polémica desencadenada por las revelaciones de la prensa. "Es cierto que ha habido contactos con exponentes de Cosa Nostra, algunos de los cuales quieren abandonar la organización criminal y así nos lo han manifestado. Nuesta reacción ha sido la siguiente: estudiaremos vuestra propuesta", declaró. El principal responsable de la lucha contra la Mafia subrayó que no puede hablarse de negociación alguna con la organización delictiva, sin ocultar su sorpresa y su indignación por las filtraciones a la prensa de estos contactos desarrollados en la máxima reserva. La noticia de estas conversaciones entre algunos padrinos de Cosa Nostra, sobre los que pesan severas condenas de cárcel, y representantes de la justicia italiana coincide con los rumores cada vez más insistentes sobre una amnistía que aligere las cárceles del país del exceso de internos.

El 9 de julio se celebra el Jubileo de los Presos, y es probable que el Vaticano se sume en esta ocasión a los que piden un indulto amplio. La medida difícilmente podría afectar a los capos mafiosos que cumplen condenas de cadena perpetua en estos momentos, pero tendría el efecto general de "sensibilizar" a la opinión pública italiana sobre las duras condiciones de encierro en que viven estos detenidos.

Renegar de la organización

La confirmación por parte del Fiscal Nacional Antimafia de que varios capos de Cosa Nostra están dispuestos a renegar de la organización (aunque el Estado no esté dispuesto a tratar con ellos) cortó en seco las especulaciones sobre una noticia puesta en duda por diversos portavoces políticos y por la abogada de Pietro Aglieri, uno de los padrinos supuestamente dispuestos a dejar Cosa Nostra.

Por otra parte, a dar verosimilitud a las revelaciones de la prensa italiana contribuían otros detalles. La noticia se hizo pública un día después de que un famoso penalista, Carlo Taormina, reclamase en una entrevista a un diario milanés "la necesidad de suavizar las condiciones carcelarias de los capos que reniegan de la mafia". Casi al mismo tiempo, los fiscales de Palermo, Caltanissetta y Florencia denunciaban a la opinión pública la reciente aprobación por el Parlamento italiano de una ley que permite acogerse a los juicios por procedimiento abreviado a personas acusadas de delitos graves. Dicho procedimiento no contempla la cadena perpetua y sería, a juicio de estos fiscales, una vía de escape perfecta para los padrinos que, pese a estar condenados en primera y segunda instancia, podrían acogerse a él.

No todos los grandes capos estarían dispuestos a renegar de la Mafia y a hacer un llamamiento a los miembros externos de los clanes a deponer las armas. El boss (jefe) máximo de Cosa Nostra, Salvatore Totó Riina, detenido el 15 de enero de 1993, después de 30 años de vivir como un prófugo de la justicia, nunca se ha reconocido mafioso y ha defendido hasta el final su condición de sencillo contable palermitano. Pero frente a Riina y al duro Leoluca Bagarella se sitúan ahora otros padrinos "moderados", dispuestos a negociar con la justicia sin asumir por ello la condición de arrepentidos. El primero de todos sería Pietro Aglieri, condenado a dos cadenas perpetuas por su implicación en los atentados que costaron la vida a los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino en mayo y julio, respectivamente, de 1992. Aglieri, estrecho colaborador de Bernardo Provenzano, el prófugo de la justicia más buscado de Italia, y el personaje más misterioso de la jerarquía mafiosa, se habría distanciado así, definitivamente de Riina. Al menos otros cuatro grandes mafiosos apoyarían esta línea. Se trata de Pippo Caló, detenido en Roma en 1985 y condenado a cadena perpetua por un atentado terrorista. Carnicero de profesión aunque, según los investigadores, Caló era en realidad cajero de Cosa Nostra. Entre las palomas figuraría también Benedetto Nitto SantaPaola, jefe de la Mafia de Catania (la segunda ciudad de Sicilia); Giuseppe Farinella y Giuseppe Pidu Madonia.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_