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Los acusados en el juicio de las falsas 'giraldillas' aseguran que su protesta fue "pacífica y simpática"

El juicio rápido por las falsas giraldillas, celebrado ayer en Sevilla, quedó visto para sentencia. Los diez acusados, componentes del grupo Solidarios con los Presos, protagonizaron una acción reivindicativa, a favor del traslado de presos al País Vasco, en el estadio de la Cartuja durante el Mundial de Atletismo del pasado agosto en Sevilla. Los imputados aseguraron que fue una "actuación pacífica" que "no causó alarma ni interrumpió" la ceremonia.El fiscal mantiene su petición de multa de 720.000 pesetas para cada uno por desórdenes públicos, nueve meses de cárcel para Aitor Lazkano por resistencia a la autoridad y un año de prisión para Aitor Guemes por atentado a un agente, ya que supuestamente mordió a un policía. La defensa pidió la libre absolución de sus defendidos.

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Este grupo de jóvenes, siete hombres y tres mujeres de entre 33 y 22 años, admitió ante la juez que se disfrazaron de falsas giraldillas, la mascota del Mundial, desplegaron pancartas, se encadenaron en el escenario, repartieron pasquines y se colgaron de las gradas durante la ceremonia de inauguración. Pero negaron con toda rotundidad que su actuación pudiera ser peligrosa para el público del estadio: "Nuestra protesta fue imaginativa y simpática. Pudimos descolgarnos desde las gradas junto a las autoridades, donde estaba el Príncipe, pero nos cambiamos a otra para que no hubiera problemas".

Uno de los imputados, Alejandro Urrusolo, hermano del etarra José Luis Urrusolo Sistiaga, en la actualidad en prisión, comentó: "Repetiremos acciones similares porque es en favor de los derechos humanos y de la legalidad vigente, que marca que los presos deben cumplir la condena cerca de sus casas".

Once agentes de policía declararon a petición del fiscal. La mayoría admitió que los procesados no ofrecieron resistencia, salvo en los casos de Aitor Lazkano y Aitor Guemes, en el momento de su detención y que los actos de protesta provocaron, en principio, "revuelo, desconcierto y se alteraron los nervios" entre el público. Los policías dijeron que tuvieron que llevarse a los jóvenes porque varias personas intentaron agredirles.

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