_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Comedia

Félix de Azúa

Tres pistoleros asaltan el supermercado y huyen escudados en los cuerpos de los rehenes. La policía se interpone y comienza un tiroteo. Aunque circulan a toda velocidad por angostas calles, el rehén consigue lanzarse al asfalto desde el coche y se salva. La policía continúa la persecución, pero los truhanes se escabullen. Titulares radiofónicos: "Espectacular atraco en un supermercado de Barcelona".El adjetivo "espectacular" se ha impuesto con naturalidad. Los locutores hablan de espectaculares terremotos en Turquía, pero también de espectaculares declaraciones políticas. La prensa diaria lo utiliza con mayor precaución porque el lugar propio del espectáculo está en los medios modernos: cine, radio y TV. Que un asesinato o un guiso de cebolla sea "espectacular" da a entender que su existencia depende de una clientela de espectadores. Supone que estos asesinatos, erupciones, guisos o atentados se producen sólo porque hay gente interesada en observar el fenómeno durante un ratito. Las asesinas de Cádiz querían ser "famosas".

En su libro El rapto de Talía cuenta Albert Boadella la irresistible tendencia de la vida cotidiana a convertirse en un espectáculo. Teatrales ademanes de políticos y futbolistas, asesoría de imagen para banqueros y delincuentes, escenografías episcopales y abertzales. Hace unas semanas los bomberos de Barcelona nos mostraban su culo. Ahora media España observa por el ojo de la cerradura cómo agonizan unos actores encerrados en su propia vida. Algunos manifestantes llamados de izquierda atraen la atención del público mediante charangas, drag queens, mimos o grupos folklóricos. Antes, sólo el ejército, la iglesia y la judicatura utilizaban disfraces, música y decorados. En la actualidad, hasta los de ETA son gente del espectáculo.

En consecuencia, el escenario está vacío. Sólo quedan espectadores en el patio de butacas, mirándose, declarando algo, asesinándose, guisando un plato de colibríes rellenos de cabrales, robándose, adhiriéndose a la democracia, atentando o exhibiendo su culo. No hay obra, ni autor, ni actores, pero el precio de la entrada ha subido bastante. Aunque no tanto como el precio de la salida.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Félix de Azúa
Nació en Barcelona en 1944. Doctor en Filosofía y catedrático de Estética, es colaborador habitual del diario El País. Escritor experto en todos los géneros, su obra se caracteriza por un notable sentido del humor y una profunda capacidad de análisis. En junio de 2015, fue elegido miembro de la Real Academia Española para ocupar el sillón "H".

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_