Amnistía Internacional acusa a la OTAN de haber cometido crímenes de guerra en Kosovo
Un informe de la organización humanitaria Amnistía Internacional (AI), que se publica hoy, llega a la conclusión de que "las fuerzas de la OTAN cometieron graves violaciones de las normas del derecho de guerra y causaron, en diversos casos, homicidios ilegítimos de civiles". Según AI, el ataque contra la televisión estatal serbia (RTS) "fue un crimen de guerra", por tratarse del bombardeo directo de un objetivo civil. La altura a la que volaban los aviones de la OTAN durante los bombardeos, por encima de 4.500 metros, hacía imposible respetar del todo el derecho internacional humanitario.
El informe, de 53 páginas, de Amnistía Internacional (AI) analiza con detalle los bombardeos de la OTAN contra Yugoslavia durante la llamada guerra de Kosovo, que concluyó hace un año. Constata AI que la OTAN cometió graves violaciones del derecho e incluso un crimen de guerra."La OTAN en la República Federativa de Yugoslavia. ¿Daños colaterales u homicidios ilegítimos? Violaciones del derecho en los conflictos armados cometidas por la OTAN durante la Operación Fuerza Aliada". Estos tres títulos encabezan el informe de AI, que contiene graves acusaciones contra la OTAN y su estilo de guerra.
Durante los 78 días de bombardeos sobre Serbia, Montenegro y las provincias yugoslavas de Kosovo y Voivodina, los aviones de la OTAN realizaron más de 38.000 salidas en misión de combate, de las que 10.484 fueron de ataque. Analiza el informe el número de víctimas civiles de los bombardeos y pondera las que facilitaron fuentes serbias y occidentales. Amnistía Internacional concluye que hubo unos 500 muertos civiles en 90 bombardeos. Las fuerzas aliadas no tuvieron ni un solo muerto. Dos pilotos de la OTAN derribados pudieron ser rescatados sanos y salvos.
Para AI, en los casos que analiza con detalle, "hay indicios de que se produjeron víctimas civiles como consecuencia de ataques directos o indiscriminados, lo que constituye una violación del derecho internacional humanitario".
Como ejemplo de "homicidios ilegítimos de civiles" cita AI cuatro casos: el ataque el 23 de abril del año pasado contra la sede de la televisión serbia RTS en el centro de Belgrado, en el que murieron 16 civiles; el bombardeo del puente del tren de Grdelica del 12 de abril, con 12 muertos; el ataque con misiles contra el puente de Varvarin el 30 de mayo, que mató a 11 civiles, y los lanzados contra columnas de desplazados albanokosovares en Djakovica el 14 de abril y en Korisa el 13 de mayo, que causaron más de 120 víctimas mortales.
Cita el informe la frase de un portavoz de la OTAN de estar realizando "la campaña más precisa de la historia". No obstante, AI constata que la OTAN no tomó las precauciones necesarias para proteger a los civiles, porque "dio prioridad a la seguridad de los pilotos", que volaban por encima de los 4.500 metros. A esa altura, y con la continua falta de medidas eficaces de aviso, resultaba imposible proteger a los civiles. La norma de volar por encima de los 4.500 metros hacía imposible suspender un ataque si las circunstancias cambiaban sobre la marcha. El caso más extremo de esto ocurrió con el bombardeo del puente del ferrocarril de Grdelica, cuando las bombas alcanzaron un tren con pasajeros. Para rematar la faena, el piloto regresó y lanzó un segundo ataque, porque la misión encomendada era la destrucción del puente, sin importarle que en ese momento lo atravesaba un tren. Según AI, "salvo que la OTAN pueda justificar (y no lo ha hecho) su opinión de que destruir el puente en ese momento en particular tenía tanta importancia militar como para tomar en consideración las bajas civiles que pudieran producirse al continuar el ataque, es evidente que éste tenía que haberse suspendido".
Salvo tres países (Estados Unidos, Francia y Turquía), los 16 restantes de la OTAN aceptaron el protocolo adicional a la Convención de Ginebra del 12 de agosto de 1949 sobre la protección de víctimas de los conflictos armados. El bombardeo de la televisión RTS en Belgrado viola, según AI, el derecho internacional humanitario, "aunque hubiera sido considerado con razón un objetivo militar". Para la organización humanitaria, la OTAN atacó de forma deliberada un bien de carácter civil y mató a 16 personas, "con el objeto de interrumpir las emisiones de la televisión serbia, en medio de la noche, alrededor de las tres de la madrugada. Cuesta ver cómo puede esta acción ser compatible con la norma de la proporcionalidad".
El Protocolo de Ginebra impone una reparación por las violaciones del derecho de guerra, incluido el pago de indemnizaciones a las víctimas. No parece, afirma AI, que la OTAN se haya esforzado en investigar las posibles violaciones cometidas por sus soldados. Sólo en el bombardeo de la Embajada china en Belgrado, Washington pagó a las víctimas, familiares y al Gobierno chino.
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