El crudo baja a 27,70 dólares ante la expectativa del alza de la producción

El precio del barril de crudo brent descendió ayer casi un dólar, a 27,70. Es la segunda bajada consecutiva tras la confirmación por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de que subirá su producción si el precio se dispara. Por otra parte, el PSOE propuso ayer reducir el IVA que se aplica a los carburantes, desde el 16% hasta el 7%, y restablecer los precios máximos, todo ello hasta que se apliquen medidas para garantizar la competencia en el sector.

Arabia Saudí, el mayor productor de crudo del mundo y peso pesado de la OPEP, fue el encargado de confirmar el pasado lunes el compromiso de la organización de subir inmediatamente su producción de petróleo en 500.000 barriles diarios supera los 28 dólares durante 20 días continuos de cotización. El viernes pasado, el barril en Londres cerró en 29,05. El lunes ya había descendido a 28,37 dólares y ayer estaba en torno a los 27,70. El descenso del precio del crudo responde en parte a la aplicación del mecanismo corrector acordado por la OPEP en su última reunión del 28 de marzo; pero también a un movimiento especulativo de títulos petroleros (el petróleo es comprado y vendido en el mercado por agentes ajenos al sector como inversión a corto plazo o refugio). Las ligeras variaciones del precio, por tanto, no sólo son una cuestión de desequilibrio entre oferta y demanda de crudo.

Arabia Saudí, una economía dependiente de las exportaciones de crudo, no desea que la política petrolera de la OPEP (es decir, la suya) esté supeditada a la volatilidad del mercado, ajeno muchas veces a la situación real del sector. Los saudíes no apoyaron en un principio los sistemas automáticos de estabilización de la oferta de crudo. La propuesta, generada por Venezuela (miembro de la OPEP), cobró fuerza tras la reunión de finales de marzo y a raíz de haber sido bien recibida por el mercado. Arabia Saudí no desaprovechó la oportunidad de hacerse buena publicidad con los países industrializados (los mayores consumidores de crudo) y respaldó el sistema de bandas de precios.

A pesar del descenso de ayer, el precio del crudo no ha entrado en un espiral a la baja, según los expertos en Londres. Faltan 15 días para la próxima reunión de la OPEP y el mercado petrolero, según las previsiones actuales, se moverá entre 27 y 29 dólares por lo menos hasta entonces.

El precio de los carburantes en España, así como en el resto de los países desarrollados, se aleja en verano de la evolución de la cotización del crudo. Dependerá del consumo (al alza) y de la evolución del euro frente al dólar (en fase de recuperación).

Manifestación en Madrid

Los consumidores no pueden respirar del todo tranquilos.Hoy habrá una manifestación en Madrid convocada por asociaciones de productores agrícolas, camioneros autónomos, chóferes de taxis y ambulancias y consumidores para protestar por la escalada de precios. La patronal de camioneros (Conetrans) no respaldó la marcha, pero ayer decidió que elevará entre 1,5% y 2% sus tarifas para paliar los costes derivados del aumento del gasóleo. [Más información Madrid 3].

Por otra parte, el nuevo portavoz del PSOE en la Comisión de Economía del Congreso, Jordi Sevilla, reclamó ayer al Gobierno que baje de forma coyuntural los impuestos que gravan el consumo de carburantes. Se trata de aplicar una terapia de choque contra las subidas de precios, en tanto el Gobierno no aplique medidas que garanticen la real competencia del sector.

El portavoz socialista señaló que el IVA que grava estos productos debería bajar desde el 16% actual hasta el 7%, sin descartar descensos en los impuestos especiales dentro de los márgenes admitidos por la UE. Para garantizar que el descenso de impuestos no se traduce en más beneficios para las distribuidoras, Sevilla recalcó que debe volverse al sistema de precios máximos, también de forma coyuntural.

"Esto no quiere decir que la fórmula sea la misma que había antes", explicó el portavoz socialista. Pero sí se trata de impedir que las distribuidoras "aprovechen la falta de competencia para obtener unos beneficios más allá de lo razonable". Al mismo tiempo, añadió, el Gobierno debería permitir que la Comisión fije las condiciones de entrada a las redes de distribución.