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El Tribunal Superior de Galicia paraliza una oposición del Insalud a la que se presentaron 100.000 personas

Amaya Iríbar

El Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSJG) ha suspendido de momento la resolución de las oposiciones a celador, pinche y auxiliar administrativo del Insalud, una de las más concurridas de los últimos años, con más de 100.000 aspirantes presentados. Y lo ha hecho con un auto que da la razón a la Federación Gallega de Academias, una asociación de opositores de Ourense y un particular, que consideraron la convocatoria injusta por favorecer a quienes ya trabajan de forma interina para el Insalud. Se trata del "último desastre", en palabras de un opositor, de una selección que fue convocada hace tres años y de cuya primera prueba está a punto de cumplirse un año. Si el proceso sale adelante, los que logren alguna de las 4.889 plazas cobrarán unas 120.000 pesetas. Ni el Insalud ni el Ministerio de Sanidad y Consumo han decidido lo que van a hacer para sortear el parón que supone la obligación de esperar, puede que meses o incluso años, hasta que el TSJG dicte la sentencia definitiva.

La espera está resultando insufrible para todos los aspirantes, más para aquellos que como Ana Beatriz Benavente, de 27 años, han puesto sus esperanzas en esta oposición para abandonar el paro. Pero no sólo por la decisión del tribunal gallego, sino también porque no han tenido suficiente información de un proceso "extrañamente largo" y "disparatado", según fuentes de las academias privadas que preparan este tipo de prueba.

La odisea de los aspirantes empezó en diciembre de 1997, cuando se publicaron las bases de la convocatoria en el Boletín Oficial del Estado. La fase de presentación de instancias no se abrió hasta julio del año siguiente y aún tuvo que pasar casi un año para la celebración de la primera prueba, un examen tipo test con 110 preguntas que tuvo lugar el 27 de junio pasado de forma simultánea en 1.400 aulas repartidas por las capitales de provincia. Los auxiliares administrativos completaron la primera fase de la primera oposición descentralizada del Insalud con una segunda prueba de informática.

A partir de ahí, el caos, según la decena de opositores consultados. El test se corrige de forma automática, pero empezaron a pasar los días, luego meses, sin que se hicieran públicos los resultados. Y aparecieron los primeros recursos administrativos.

La prueba de informática se le atragantó al Insalud, que se vio obligado a repetirla en abril en seis provincias por un cúmulo de irregularidades (en algunos casos, los encargados de vigilar el examen entregaron el cuadernillo de instrucciones tras la realización del ejercicio). Año y medio después, las listas de aquellos que superaron la primera fase no han sido publicadas, si bien los opositores pueden conocer las respuestas correctas a través de la página de Internet del Insalud (www.msc.es/insalud).

Los opositores más indignados han empezado a organizarse. En Madrid, un grupo intenta aglutinar todas las fuerzas. Su portavoz apuesta por abrir una solución negociada con todas las partes porque una sentencia "puede retrasarse unos meses o varios años".

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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