'Camille' obtiene el indulto Los expertos renuncian a intentar capturar al viejo oso pardo del Pirineo navarro
Camille ha sido indultado. De ahora en adelante nadie intentará ya capturarlo para colocarle un radiotransmisor que permita a los expertos seguir sus pasos hasta el fin de sus días.El único oso pardo del Pirineo que habita regularmente en las montañas del norte de Navarra, un viejo ejemplar de 17 años, morirá salvaje e indomable como ha vivido siempre, por decisión del equipo de expertos navarros, aragoneses y franceses que, dirigido por Jean Jacques Camarra, intentaron capturarlo sin éxito las dos últimas temporadas.
"Es demasiado viejo y la prudencia nos aconseja desistir en el intento", han señalado fuentes del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, cuyo único triunfo sobre el veterano y esquivo plantígrado fue la presentación en sociedad de la única fotografía que pudo hacérsele a Camille, una imagen nocturna obtenida por dos vecinos del Roncal y dad a conocer el pasado mes de septiembre.
38 ataques
El viejo oso dio esquinazo durante meses a una veintena de expertos que desplegaron un gran dispositivo de búsqueda y captura por las montañas del Pirineo navarro lindantes con Huesca. No lo capturaron, pero él sí se cobró 79 suculentas ovejas a las que mató a lo largo del año 1999, en el que provocó la desaparición de otras 94. Eso sin olvidar el postre de 7 cabras devoradas y otras 4 más desaparecidas. En total, 38 ataques.
Ahora, los expertos han desistido por el riesgo que la captura acarrearía para la supervivencia de este ejemplar y por la constatación de que sus continuas evoluciones en una zona de orografía tan intrincada acarrearía abundantes problemas de control en la recepción de las emisiones del radiotransmisor.
De ahora en adelante, las sangrientas andanzas de Camille serán saldadas únicamente con el pago de las correspondientes indemnizaciones económicas a los ganaderos que sufran los ataques del plantígrado. El pasado año, el Gobierno de la Comunidad Foral pagó un total de 6,2 millones de pesetas en compensaciones a los ganaderos.
Navarra se ha convertido en la región europea que mayores indemnizaciones concede a los ganaderos por los daños ocasionados por los ataques del oso pardo. Asimismo, es la primera que cuenta con indemnizaciones por el concepto de ejemplar desaparecido (en otras comunidades se compensa únicamente por los animales muertos) y una de las que más rápido abonan las compensaciones: en un plazo máximo de seis semanas.
Rápida compensación
Estos datos han sido constatados por la revista Life, editada por la Unión Europea, que destacó las 21.600 pesetas que el Ejecutivo foral paga a los afectados por cada oveja muerta o desaparecida en los ataques, cantidad a la que se suma otras 75.000 pesetas por cada ataque en compensación por los trastornos ocasionados al ganadero. La rapidez en el pago de las compensaciones es considerada por la publicación europea un factor clave en el éxito de un sistema de protección de este tipo.
De manera que a partir de ahora la resignación será la única respuesta de los poderes públicos a los posibles ataques que este año aún no se han producido. El motivo es doble. Camille despertó temprano de su letargo invernal y está bien de salud pero, de momento, mantiene su presencia en el valle oscense de Ansó, su hábitat natural junto al valle de Roncal. Sus pasos han sido detectados en esa zona junto a huellas que podrían corresponder al más viejo oso pardo del Pirineo, Papillon, de 20 años, que deambula por el área de Aspe y Ossau.
Dado que todavía los grandes rebaños de ovejas no han sido conducidos a pastos de altura, los plantígrados no han tenido tiempo de hacer de las suyas.
Especie en extinción
El pasado mes de diciembre una sentencia judicial confirmó el carácter de especie en peligro de extinción del oso pardo pirenaico. La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Navarra emitió una sentencia desestimando la petición del Ayuntamiento de Isaba que pretendía anular los efectos del decreto foral de 1995 por el que el Gobierno navarro clasificó así a la especie, estableciendo medidas limitadoras de las actividades agropecuarias y de explotación maderera en el municipio recurrente.
A pesar de que al año siguiente, en 1996, el Ejecutivo navarro aprobó un Plan de Recuperación específico, el pasado año los técnicos de Aragón, Francia y Navarra emitieron un informe en el que se estableció con total rotundidad que la especie está condenada a la extinción en un plazo máximo de veinte o veinticinco años si no media un urgente programa internacional. De hecho, sólo sobreviven en los Pirineos seis ejemplares, de los que únicamente un animal es de sexo femenino.
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