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Entrevista:MERITXELL RELAÑOFUNCIONARIA DE LA ONU

"Cualquier colombiano con el que hables se quiere ir del país"

Meritxell Relaño (Durango, 1972) apura los escasos días que tiene entre destinos laborales. Regresó hace 11 días de Bogotá (Colombia) y dentro de cinco partirá hacia Dili (Timor Oriental) de la mano de la ONU. Desde que empezó en Bateginez, una ONG de Durango, ha colaborado o trabajado en todos los ámbitos del mundo de la cooperación. Su formación académica estuvo centrada en la cooperación para el desarrollo.Pregunta. Pertenece a la primera generación de cooperantes con estudios dirigidos a este trabajo, ¿Se siente distinta a sus predecesores?

Respuesta. Aquí, en Euskadi, los masters de cooperación al desarrollo empezaron hace cuatro o cinco años, pero es el terreno el que te enseña, no los masters.

P. Colombia y Timor del Este son lugares duros. ¿Son ustedes de una pasta especial?

R. No, porque es un trabajo que llena tanto que compensa. Es como una vocación. Creo que el médico también debe tener un estómago especial para operar. Bogotá es duro para los colombianos.

P. ¿Cuál era concretamente su trabajo en Bogotá?

R. Era asistente de educación de Unicef para América Latina y el Caribe. Me dediqué a investigar qué programas de atención existían para los niños de 0 a seis años. Comparamos lo que hay en los seis países más avanzados de la región en este ámbito porque en el resto no hay prácticamente ningun servicio para esas edades.

P. ¿Qué va a hacer en Dili?

R. ¡Hasta que no llegas al sitio no lo sabes exactamente! pero creo que me dedicaré a poner en marcha programas de desarrollo infantil.

P. El referéndum de la independencia desató una ola de destrucción por parte de las milicias proindonesias. ¿Cómo está ahora Timor del Este?

R. Totalmente devastado. El 80% de los edificios está destruido, el 90% de la población, sin trabajo; no hay electricidad en la mitad del territorio; de los 890.000 habitantes, medio millón son desplazados o refugiados. La situación es de emergencia. Naciones Unidas administra el territorio desde septiembre pasado porque los partidarios de la integración en Indonesia no aceptaron el resultado. El 72% votó por la independencia.

P. ¿Hasta cuándo permanecerá la ONU allí?

R. Unos dos o tres años, hasta que se logre la total independencia. Voy para seis meses renovables y creo que me quedaré hasta el final si no estoy muy a disgusto, que no creo. Me hago a todo.

P. La Fiscalía indonesia dictó anteayer una orden de arresto domiciliario contra el expresidente Suharto. Los brotes de violencia se multiplican en el archipiélago. ¿Cómo ve la situación?

R. Desde hace mucho tiempo se dice que el Pacífico Sur va a estallar. No lo creo, aunque todos los conflictos tienen sus rebrotes. Es que soy muy optimista.

P. ¿Cómo se informa sobre los países a los que va?

R. Por un dosier que me enviaron desde Nueva York [sede de la ONU] y por Internet. Me llevaré un portátil porque imagino que habrá que trabajar en casa y para estar conectada con el mundo exterior. No será fácil porque las líneas telefónicas están dañadas.

P. Usted acaba de volver de Colombia. ¿Le ve futuro a aquel país?

R. Sí, pero a unos 20 años. A medio plazo, puede haber un nuevo cese el fuego. Es muy complicado porque hay facciones dentro de la postura gubernamental, porque las hay en las FARC [la guerrilla más poderosa], porque hay varias mesas [de negociación] y no una sola, de Gobierno y guerrilla, como en otros países. Es complicadísimo, complicadísimo.

P. ¿Cómo sobreviven los colombianos?

R. Tienen un nivel de resistencia abismal. Pero con cualquiera que hables quiere salir del país. Hay muchas Colombias en Colombia. En la zona de Bogotá, donde los ciudadanos viven totalmente de espaldas a la guerra, la gente trabaja, hace su vida, no salen de Bogotá en carro [coche] por seguridad. En las zonas en guerra todo es horrible y en las zonas turísticas, no pasa nada. Cada colombiano lo vive según le toca la guerra. Muchísimos intelectuales están en el exilio forzado.

P. Su trabajo debe quemar.

R. A mí me encanta. A lo mejor en diez años diré que quema. Hay una parte muy dura. Para cuando te haces un sitio afectivo, te toca armar maletas y a otro país. Eso es duro.

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