Castellano evita ofrecer datos sobre los enfermos fallecidos en Alicante

"La consejería investiga todos los casos que pueda haber porque es su responsabilidad". Así zanjó el responsable de Sanidad, Serafín Castellano, la denuncia realizada por el PSPV sobre la muerte de seis pacientes en la lista de espera de cirugía cardiaca del hospital General de Alicante. Insistió en que la política de su departamento referida a la gestión de las listas de espera es "positiva", repitió que no existen pacientes con "patologías no demorables" a la espera de ser intervenidos y remitió a una rueda de prensa que dará hoy para ofrecer "los últimos datos de espera quirúrgica". El consejero acusó a los socialistas de "grave irresponsabilidad y negligencia" y de tratar de sacar "beneficio político" al denunciar las muertes de pacientes en lista de espera.Poco antes, el PSPV se reafirmó en las Cortes en la muerte de los seis pacientes, en la "falsedad" de las listas de espera y destacó que la demora en la provincia de Alicante alcanza los 8.000 pacientes, 2.000 por debajo de la última lista de espera total de la Comunidad dada por el PP.

A estos seis se suma el caso de Carlos Rico Azorín. Este paciente falleció de infarto a los 55 años el pasado 18 de mayo en Alicante, sin haber sido intervenido quirúrgicamente pese a que un cardiólogo del hospital le diagnosticó una estenosis aórtica severa 14 meses antes. No estaba en lista de espera oficial, pero sí esperó. En la última revisión al paciente, el 16 de febrero pasado, el cardiólogo Juan Antonio Quílez anotó: "Pido hoy cateterismo para presentar a cirugía". Carlos Rico Azorín falleció sin que se le realizara la prueba. Sus hijos se preguntan por qué se tardó tanto. El director del Hospital General de Alicante, Rafael Díaz Bonmatí, aseguró que "desde el punto de vista clínico, la enfermedad del paciente nunca tuvo carácter de urgencia", al tiempo que protestó por "la alarma social que se está creando". Los hijos de Rico Azorín anunciaron que demandarán al centro. Bonmatí no quiso pronunciarse sobre la muerte de los seis enfermos de la lista de espera de cirugía cardiaca: "Tendríamos que revisar los expedientes de los 3.000 pacientes que hemos operado y la verdad, yo no deseo que se muera nadie, pero ojalá se nos murieran sólo 6 de cada 3.000, seríamos el hospital con la tasa de mortalidad más baja del mundo".

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, se mostró ayer en Alicante partidario de que médicos del sistema público de Sanidad trabajen en régimen de exclusividad.