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La biblioteca central del campus de Álava tendrá 480.000 libros y 964 puestos de lectura

El campus universitario de Álava tendrá en el curso 2002-2003 su propia biblioteca central, con 480.000 volúmenes y 964 puestos de lectura. Estará ubicada en la antigua residencia psiquiátrica de Las Nieves, uno de los edificios singulares de la zona sur de Vitoria, que ha estado abandonado en los últimos años. Ahora, con un proyecto presupuestado en 1.530 millones de pesetas, los 13.000 metros cuadrados de Las Nieves se recuperarán en su integridad, incluidos los patios, que se habilitarán como salas de lectura, y la capilla, que volverá a tener su aspecto original.

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El edificio que diseñó a principios de siglo Fausto Íñiguez de Betolaza como maternidad provincial se convertirá, cien años más tarde, en la biblioteca central del campus de Álava de la UPV. La residencia de Las Nieves, ubicada a escasos metros de las facultades universitarias, atenderá las necesidades de 200 investigadores y 764 alumnos en la planta baja, mientras que los pisos superiores se convertirán en aularios.El proyecto de restauración, diseñado por el arquitecto de la Diputación foral José Luis Catón, establece la antigua capilla como eje central de la nueva distribución del edificio. Profundamente deteriorada después de haber sufrido tres incendios en estos últimos años, el templo recuperará bóvedas, molduras, capiteles y toda la decoración original "en lo que es un tributo al arquitecto original", dijo ayer Catón en la presentación del proyecto. Todas estas obras se realizarán con las mismas técnicas y materiales que se emplearon en 1905.

La necesidad de atender las peticiones de la UPV ha llevado a que se tengan que cubrir los patios para habilitarlos como salas de lectura: será con una estructura liviana y luminosa que no desfigure el edificio. El diputado de Urbanismo, Antonio Aguilar, adelantó ayer que las obras comenzarán en noviembre de este año, para finalizar en el verano de 2002.

La mayor parte del presupuesto corre por cuenta del Gobierno vasco, que aporta 800 millones, mientras que la Diputación pone 400 millones y el Ayuntamiento de Vitoria (dueño del edificio, que luego cedió a la UPV) colabora con 280 millones de pesetas.

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