Medina Azahara, en el Arqueológico Regional
Bajo el gobierno del poderoso califa Abd al-Raman III, Córdoba consiguió su mayor esplendor. Corría el siglo X y el califa recibía a las embajadas cristianas e islámicas en el salón del trono, un edificio de suelos de mármol, arquerías bicolores, paredes invadidas por motivos vegetales y geométricos enclavado en el centro matemático de la ciudad de Medina Azahara. El Museo Arqueológico Regional recoge estos días los ecos de aquéllos, en la muestra El salón rico de Abd al-Rahman III, que explica su reconstrucción desde que fue descubierto en 1944.Para contarlo se apoya en casi un centenar de dibujos, fotografías y planos, que muestran cómo se ha ido poniendo en pie este edificio protocolario a partir de los fragmentos hallados en las excavaciones. Una labor ingente -hoy, 66 años después de comenzar, se ha repuesto el 50 % de la decoración- que precisa las habilidades propias de un genio de los puzzles para la reconstrucción y las más modernas tecnologías para la reintegración de las lagunas. Entre los materiales expuestos se han incluido, por primera vez, piezas arqueológicas: dos bellos capiteles y basas de mármol labrado, una de ellas con el nombre del califa.
Ésta es la segunda muestra temporal que acoge el Arqueológico Regional. Para disfrutar de la colección permanente del museo, integrada por las piezas encontradas en el subsuelo de Madrid, aún habrá de pasar alrededor de un año y medio, según su director, Enrique Baquedano.
El salón rico de Abd al-Rahman III, hasta el 2 de julio, plaza de las Bernardas, Alcalá. Gratis. De martes a domingo.
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