Italia prevé ingresar un billón de pesetas por el 50% de Finmeccanica

La última joya de la corona todavía en manos del Estado italiano, el holding de alta tecnología Finmeccanica, lanzó ayer una oferta pública de venta del 50% de su capital. Se trata de una privatización parcial, porque un 30% seguirá en manos públicas. La que se califica ya como la mayor privatización del año dejará en las arcas del Tesoro más de un billón de pesetas.

Finmeccanica, segundo grupo manufacturero italiano, con una facturación anual de casi un billón de pesetas y 44.000 empleados, era un imperio lastrado por las deudas hasta no hace mucho. El grupo, todavía en manos del IRI (el instituto que englobaba las grandes industrias públicas italianas, la mayoría privatizadas ya), reúne empresas de aeronáutica y espacio, como Alenia, tecnología informática y telecomunicaciones, semiconductores, defensa, transportes y energía.Tras una profunda operación de saneamiento se presenta al mercado con una cuenta de resultados por primera vez en números negros y una abultada cartera de pedidos. "Hemos dado la vuelta a la empresa como a un calcetín", declaraba recientemente el consejero delegado del grupo, Alberto Lina, al presentar a la prensa la operación que se puso en marcha ayer. "Se han vendido 20 empresas, se han liquidado 60 y se ha prescindido de 17.000 empleados", añadía.

Una dolorosa cura de adelgazamiento que ha precedido a la salida a Bolsa del grupo. Una decisión imprescindible para mantener los niveles de competitividad que exige el mercado global. Sobre todo tras la firma, hace un mes, de la joint venture que hace de Alenia aliado del consorcio europeo aeroespacial Eads.

Hasta ahora sólo un 20% de las acciones de Finmeccanica estaban en el mercado. De aquí al 2 de junio saldrán a la venta cuatro millones de títulos más, una parte de los cuales (1,2 millones) quedará a disposición de los ahorradores italianos. El lote mínimo es de 2.500 acciones, con un premio de 10 títulos gratuitos por cada 100 acciones para los compradores fieles, los que decidan no venderlas en los próximos 12 meses. Además, será posible adquirir una parte del préstamo convertible de 150.000 millones de pesetas que se ha lanzado conjuntamente con la operación.

El precio máximo de las acciones será de 1,59 euros, aunque el precio definitivo no será fijado hasta el sábado. Paradójicamente, y aunque el IRI se desprende del buque insignia de la alta tecnología en el sector público, la cuota en manos del Tesoro subirá del 29% al 30%, por lo que muchos medios de comunicación hablan de semiprivatización.

Tras esta operación, al IRI (constituido en 1933 con la misión de crear una sólida industria pública) sólo le queda desprenderse de la empresa que controla los aeropuertos de Roma para cerrar definitivamente sus puertas el 30 de junio.