El milagro de Manolete
Bartolomé Bennassar intenta aclarar algunas de las claves que sustentan el mito de Manolete en Historia de la tauromaquia. Bennassar desmitifica la trascendencia de esta figura del toreo. "Cuando yo era joven, Manolete era un dios. Nadie en Francia lo había visto torear porque el gran momento de Manolete se produjo durante la II Guerra Mundial", explica el profesor emérito de la Universidad de Toulouse-Le Mirail."Quizás he exagerado en mi desmitificación. Lo cierto es que esa desmitificación se corresponde con una mitificación exagerada", matiza. Bennassar rechaza las imputaciones hechas contra el torero, que fue tildado de franquista desde algunos sectores. "Manolete no tenía muchas convicciones políticas. Es probable que fuera utilizado por el régimen franquista. Pero no veo que fuera responsable de ello. Una anécdota de su vida puede echar por tierra las acusaciones contra él: en un viaje a México, visitó al líder socialista exiliado Indalecio Prieto", recuerda.
"Surgido de la pobreza, incluso de la miseria, lleno de atenciones para con su madre, [Manolete] representaba una especie de milagro permanentemente expuesto como modelo a una sociedad dolorida por la guerra civil, sometida a un régimen político represivo y presa de dificultades económicas cotidianas muy graves", escribe Bennassar.
