"Me iré a Jerusalén a estudiar los manuscritos del Nuevo Testamento"

Gianni Zappa, portavoz del arzobispado de Milán, subraya el hecho excepcional de que el cardenal Carlo Maria Martini haya aceptado el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales. "Por norma, no acepta ningún galardón. En este caso, y dada la naturaleza del premio, no lo ha rechazado considerándolo un compromiso ulterior para seguir trabajando a favor del diálogo interreligioso", dice Zappa.El arzobispo de Milán expresó su satisfacción por el premio en conversación telefónica con este periódico desde Collevalenza, donde se encuentra reunida la Conferencia Episcopal Italiana (CEI). "Me siento muy honrado por un premio que desconocía, agradezco mucho esta atención", dice el cardenal.

El hecho de que el premio lo recibe en su calidad de intelectual no sólo en el ámbito eclesiástico, sino en el de la cultura en general, le deja sin palabras. "En realidad, yo no entro en las consideraciones del jurado, aunque me honran profundamente. Son ellos los que han hecho esa valoración. Yo lo recibo como un galardón a una labor de hombre de Iglesia al servicio del bien de la Humanidad", afirma.

¿Cree el cardenal que este premio, que se otorga por primera vez a un miembro de la Jerarquía católica, pueda hacerse extensivo al sector progresista que representa? Martini no cree que haya que entenderlo así. "Según las consideraciones del Jurado, que me han sido transmitidas, el premio se me otorga por mi trabajo en los estudios bíblicos, una labor que he desarrollado antes de ser obispo, y en parte también por los esfuerzos hechos para abrir cauces de diálogo con otras religiones y con los no creyentes, una tarea en la que trabajan también muchas otras personas en la Iglesia que, podrían también sentirse premiados de la misma manera. Yo creo que es un galardón que satisface a toda la Iglesia", dice.

Hace tiempo que el cardenal dijo que su intención era retirarse a Jerusalén. ¿Sigue pensando lo mismo? "Desde luego que sí", dijo ayer. "Apenas llegue a la edad de jubilación, presentaré mi dimisión y me iré a Jerusalén a estudiar los manuscritos griegos, los manuscritos del Nuevo Testamento, que requieren todavía un enorme trabajo de comparación e interpretación. Es un tema que me interesa mucho y que he tenido que dejar abandonado últimamente. En cuanto me sea posible volveré a estos estudios", añadió.