Las irregularidades fueron posteriores al anterior mandato de Jover

VIENE DE LA PÁGINA 1 En su respuesta a Ramón Rabanera, el PNV envía una de las alusiones más directas hacia Pascual Jover, al pedirle aclaraciones "como responsable directo de la mayor parte de las operaciones ahora sujetas a investigación, llevadas a cabo durante su mandato al frente de la Caja Provincial de Álava".

Pascual Jover fue director de esa entidad desde 1979 hasta 1990, año en que se fusionó con la Caja Municipal de Vitoria para formar la Caja Vital. Durante los primeros seis meses a partir de la fusión, él ocupó el cargo de director, hasta que decidió volver a un despacho de abogados privado. De modo que, al contrario de lo que señala el PNV, ninguna de las operaciones sujetas a la investigación interna afectan a los pasados mandatos de Jover en la Vital ni en la Provincial.

Las irregularidades cometidas por José Antonio Gordo se refieren, fundamentalmente, a etapas posteriores. Así, el empresario obtuvo gratuitamente de la Vital la explotación del aparcamiento de Dendaraba en febrero de 1991, con Francisco Allende (PNV) en la presidencia. Asimismo, la operación del edificio de San Prudencio 30 se produjo a partir de 1996 y la heredó como hecho consumado el anterior presidente, Juan María Urdangarín.

"Lecciones de moralidad"

Al margen de la referencia al actual presidente de la Vital, la dirección del PNV en Álava expresa en su comunicado su deseo de que se esclarezcan los hechos y recuerda que fue el ex presidente de la Caja Vital Juan María Urdangarín, miembro del PNV, quien encargó la auditoría interna que ha destapado las irregularidades. Por eso se dirige al Partido Popular advirtiendo de que "no acepta lecciones de moralidad".

La ejecutiva nacionalista encabezada por José María Gerenabarrena, que ha sido vicepresidente de la Vital hasta marzo, asegura haber "propiciado la participación" de otros partidos políticos en los órganos de dirección de la caja y que cualquier operación ha contado "con el previo conocimiento y aceptación de todos y cada uno de los miembros" de esos órganos gestores, "independientemente de su color político". El PNV, no obstante, ha acaparado todos los resquicios de poder en la dirección de la Caja desde su fundación, en 1990, hasta este año, en que los partidos constitucionalistas (PP, PSE y UA) se unieron para desbancar a los nacionalistas y colocar en la presidencia a Pascual Jover.

El PNV exige en su respuesta al diputado general un "respeto al carácter privado de los órganos de gobierno" de la entidad, "que es donde deben solventarse los temas que le atañen". También apela "a la responsabilidad y a la sensatez" para que no se creen "foros de acusación públicos" paralelos a las investigaciones internas que ha encargado la propia Caja Vital. Cuando éstas terminen, el PNV pide que se aclaren las responsabilidades, en el caso de que se detecten irregularidades.