"Hugo Chávez es un izquierdista trasnochado"

"Recortaré la duración del mandato presidencial y revisaré la Constitución", promete el candidato a la presidencia de Venezuela Francisco Arias Cárdenas, de 50 años, teniente coronel golpista el 4 febrero de 1992 contra el Gobierno de Carlos Andrés Pérez. La nueva Constitución, aprobada el pasado 15 de diciembre, amplió el mandato presidencial de cinco a seis años, y permite dos periodos consecutivos. Democristiano, seminarista a los 12 años, Arias rechaza "el izquierdismo trasnochado" del presidente Hugo Chávez, de quien fue compañero de cuartelazo y hoy su principal adversario. "Lo primero que ofrezco a los venezolanos es tranquilidad, menos palabrería, cambios en paz". En una entrevista concedida a EL PAÍS, Francisco Arias Cárdenas promete modificar a fondo la Constitución aprobada el 15 de diciembre, abrir la economía, y limitar el tamaño del Estado en el funcionamiento de la economía. "El Estado no debe ser empresario". Pregunta. Usted, que llama a la moderación, a la reflexión, se acompaña de una gallina para llamar cobarde al presidente por rechazar un debate.

Respuesta. La gallina tiene un sentido. Es como desmontar al caudillo. Tiene que tomar tierra, es un hombre con debilidades, con actos de valor y con actos de menos valor, o actos de no valor que representa la gallina. Se desmonta el mensaje subconsciente de Chávez a las masas, su manejo de los mitos ancestrales, de la culebra, del águila, del gusano, etcétera. Dice que es águila pero es una cotorra, una cotorra peligrosa.

P. El presidente le gana en las encuestas publicadas hasta ahora.

R. Nuestra encuesta nos da ganando por cuatro o cinco puntos. Y es la misma empresa que dio ganador a Chávez en las presidenciales del 98. Hay una votación silenciosa que está con nosotros, y que se va a manifestar el día de las elecciones. Se ha manejado el temor como instrumento y ante eso las respuestas a los encuestadores no son siempre fiables. Vamos a estar muy atentos a las trampas.

P. ¿Las espera?

R. Vamos a una elección donde todos los poderes, incluyendo el electoral, están en manos de un candidato; una elección en la que la justicia, a la que podríamos reclamar si algo altera los resultados, está en manos de un candidato. Pero estamos poniendo los medios para impedir que prospere cualquier intento que pueda tener quien ha preparado todo este proceso para escamotear la voluntad popular. Vamos a impedir que salga el tahúr con la carta marcada.

P. Los principales indicadores económicos cayeron durante el Gobierno de Chávez. ¿Fue incapacidad o excesiva dedicación a los cambios políticos?

R. Son las dos cosas. No hay toma de decisiones en materia económica, y las que se toman son lerdas. Y hay un contrasentido cuando se maneja lo público como confrontación permanente, cuando se desestimula la inversión, cuando se retienen los recursos del Estado para inversiones a los gobernadores y alcaldes opositores para que hagan obras que puedan presentar resultados a los electores. Hay una acción en contra de la activación.

P. Varios capítulos de la Constitución aprobada el pasado 15 de diciembre han sido protestados. ¿Piensa enmendarla?

R. No es lo prioritario; lo primero es gobernar, pero vamos a establecer cambios una vez que logremos los primeros equilibrios en materia económica. Vamos a tocar estos problemas de la Constitución, que son fundamentales.

P. ¿Cuáles son?

R. Vamos a establecer una disminución del periodo presidencial, que es excesivo. No podemos plantearnos 12 años de mandato, y supuestamente él pretendía dos más: 14 años en el poder es demasiado para un solo hombre; tenemos que replantear el tema del poder del Ejecutivo con preeminencia sobre todos los demás poderes del Estado. Esto es peligroso, es dañino. Hay cantidad de circunstancias que tienen que cambiarse en la Constitución; por ejemplo, el poder para deshacer el Congreso, la descentralización, el manejo del Consejo de Estado, la transferencia de recursos. Son asuntos muy graves.

P. ¿Puede causar violencia la confrontación de ricos y pobres?

R. Subliminalmente se le ha dicho a la gente que hay pobres porque hay demasiados ricos. Se le da una idea de revancha a los pobres, en lugar de decirles la verdad. Hay que construir con trabajo y disciplina. No voy a hacer lo que hace Chávez. No tengo ninguna idea de ser Bolívar. Soy un ser humano, de carne y hueso.

P. ¿Enfriará el romance del presidente con la revolución cubana?

R. La política con Cuba tiene que ser igual a la que tenemos con cualquier otro país latinoamericano. No soy partidario del bloqueo, pero tampoco creo que yo pueda admirar a una persona (Fidel Castro) que lleva 40 años gobernando un solo país. No quiero el modelo de la revolución cubana para nuestro país.

P. ¿Y la relación con EEUU?

R. Así como no seré esclavo de la política cubana, tampoco soy un proyanqui con los ojos cerrados. Tengo que ser pragmático. El principal comprador de petróleo de Venezuela es EEUU, y donde están los capitales que pueden resolverme parte del problema del 80% de pobres están allí, están en Washington o en Nueva York, o en Europa.