El tabaco es responsable de la mitad de las muertes

Mariano Barbacid, director del recién creado Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), no duda al señalar cuál sería el logro más eficaz en la lucha contra el cáncer: "Ni en mis sueños más ambiciosos sobre lo que podría llegar a aportar el CNIO en 20 años podría imaginar algo que fuera tan positivo como los efectos que tendría el que se dejara de fumar, sobre todo los jóvenes. Y con esto no quiero decir que la investigación no sea importante".La visión de los médicos especializados en el tratamiento oncológico es coincidente. "Tabaco, tabaco y tabaco", son las prioridades de lucha contra el cáncer en España, según Vicente Guillén, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Y es que "si se abandonara el consumo de tabaco se suprimiría casi la mitad de la mortalidad total por cáncer", subraya este oncólogo clínico.

La investigación acumulada sobre la incidencia y mortalidad del cáncer apunta a tres factores principales: tabaco, dieta y edad. Alrededor de un 32% de todos los tumores malignos está relacionado con el hábito de fumar. Y son, precisamente, los tumores relacionados con el consumo de tabaco (principalmente, los de pulmón, vejiga y páncreas) los que más están creciendo, según el doctor Guillén.

Pero toda la contundencia de las cifras, la investigación (hay más de 70.000 estudios sobre los efectos nocivos del tabaco) y la opinión de los oncólogos no parece incidir lo bastante en el consumo de tabaco en España. Los expertos lo atribuyen a que las campañas contra el tabaquismo, además de haber empezado tarde en nuestro país, carecen de la intensidad y la continuidad necesarias.

En España, el descenso del tabaquismo es menor al registrado como promedio en los países de la Unión Europea. Según la última Encuesta Nacional de Salud, realizada en 1997, fuma un 35,7% de la población mayor de 16 años, mientras que en 1987 fumaba un 38,1%. Aunque en estos 10 años el descenso del tabaquismo en los hombres ha sido notable (del 55% al 44,8%), en las mujeres ha pasado del 23% al 27,2%.

A pesar de los problemas y conflictos de intereses para combatir el tabaquismo, ninguna otra medida para prevenir el cáncer está tan clara, con la salvedad de evitar la exposición excesiva al sol. Aunque se sabe que la dieta es culpable de un 41% de todos los tumores malignos, las recomendaciones dietéticas son más complejas, reconoce Guillén. Pero pueden resumirse en tres pilares: comer con frecuencia frutas y verduras frescas, así como cereales con alto contenido en fibra; evitar el exceso de peso, y consumir bebidas alcohólicas con moderación, pues el alcohol es responsable del 3% de todos los cánceres.

Con todo, las recomendaciones dietéticas no son tan firmes como la de no fumar. La sacarina, por ejemplo, fue retirada el pasado 15 de mayo por el Gobierno de Estados Unidos de la lista de posibles cancerígenos, en la que estaba por los efectos nocivos observados en ratones. Y semanas atrás, un estudio quitaba importancia a la fibra dietética en la prevención del cáncer.

"Desgraciadamente no hay una fórmula mágica para prevenir el cáncer", afirma el investigador español Manuel Perucho. "Pero lo más sensato es evitar excesos de todo tipo, tanto a nivel dietético, en el comer y en el beber, como de tipo ambiental, desde los asbestos a la polución".