La alta abstención invalida el referéndum para reformar el sistema electoral en Italia
El referéndum que proponía eliminar la cuota proporcional en la ley electoral vigente en Italia fracasó ayer estrepitosamente al quedarse muy lejos del quórum del 50% más uno de los votos de los ciudadanos convocados a las urnas. Datos facilitados por el Ministerio del Interior, a medianoche, situaron la participación ligeramente por encima del 30%. El líder del centro-derecha, Silvio Berlusconi, principal adalid de la abstención en este plebiscito, se felicitó por el éxito de sus tesis. "[Los ciudadanos] han seguido mi indicación", declaró un Berlusconi satisfecho nada más conocerse los resultados.
Para conocer la participación definitiva sólo faltaba por contabilizar en la madrugada de hoy los votos de quienes acudieron a las urnas media hora antes del cierre de los colegios. Sólo 15 de los 49 millones de italianos convocados ayer a las urnas se acercaron a depositar su voto. Un fracaso descomunal para los promotores de las siete reformas liberales, dominadas todas por la relativa a la ley electoral. Especialmente duro el golpe para los radicales Emma Bonino y Marco Pannella, que habían puesto toda la carne en el asador en la campaña. La ex comisaria europea acusó a Berlusconi de haber "saboteado" la consulta y le emplazó a afrontar en el Parlamento las reformas propuestas, "porque son imprescindibles para el país", dijo. Los sondeos de las empresas Abacus y Datamedia lanzaron la primera alarma sobre la alta abstención apenas cerraron los colegios electorales, al filo de las 22.00 horas, señalando que la participación no superaría el 32%. Los peores pronósticos se confirmaron horas después, cuando llegaron los datos del Ministerio de Interior que coincidían plenamente con los sondeos.
El gran triunfador de la jornada era el líder del Polo, Silvio Berlusconi, que había hecho una apuesta muy fuerte invitando a los italianos a quedarse en casa. "Los ciudadanos han seguido nuestras tesis que apuntaban a desertar las urnas. Era un error ir a votar, porque con este voto la izquierda pretendía únicamente vengarse del fracaso en las elecciones regionales de abril", declaró Berlusconi.
El magnate de la televisión privada italiana insistió en que la reforma electoral propuesta en el referéndum no garantizaba mayor estabilidad política al país, cosa que si logrará, a su juicio, la implantación del modelo "alemán" que propone su partido, Forza Italia, aunque se mostró abierto a una discusión con el centro-izquierda sobre el tema. Moderó, en cambio, su posición respecto a la exigencia de dimisión hecha al Gobierno de centro-izquierda si no se alcanzaba el quórum. "En este momento quiero disfrutar de la victoria", dijo Berlusconi, que subrayó, no obstante, la incongruencia que representa un Ejecutivo debilitado y sin una mayoría clara. "Lo ideal sería que dimitiera Giuliano Amato y se formara un Gobierno técnico", añadió.
Los damnificados
En la lista de damnificados por el fracaso del referéndum hay que incluir al principal partido de la izquierda, los Demócratas de Izquierda (DS), cuyo secretario general Walter Veltroni, había desarrollado una intensa campaña a favor del sí. Ayer, el único representante de los DS que opinó sobre la derrota, en tono distendido, fue un portavoz de segunda fila, Carlo Leoni. Otro de los derrotados en la consulta de ayer es Gianfranco Fini, líder de Alianza Nacional, principal aliado de Berlusconi en la Casa de las Libertades, la nueva coalición que da cobijo también a la Liga Norte y a dos partidos ex democristianos. Fini, que se había desmarcado de las posiciones de su socio para hacer campaña a favor del sí en aras de una nueva ley electoral que de la estabilidad necesaria a la política italiana, tras el fracaso no hizo declaraciones.
Los líderes de los pequeños partidos de izquierda y de centro (unos en la coalición de Gobierno, otros fuera) que han abogado, en cambio, por la abstención, estaban ayer exultantes. Fausto Bertinotti, secretario general del Partido de Refundación Comunista, actualmente en la oposición, declaró su satisfacción "por el fracaso del partido americano que quería convertir a Italia en una provincia americana, en contra de nuestra cultura política y sindical".
El referéndum electoral no era el único polémico de los celebrados ayer. Otro de los más discutidos es el que proponía abolir un artículo del Estatuto de los Trabajadores, el que obliga a las empresas con más de 15 empleados a readmitir a un trabajor cuando el despido haya sido declarado improcedente. Junto a esta pregunta figuraba otra de índole laboral: abolir o no el sistema actual que prevé detracciones especiales que van directamente a las arcas de los sindicatos. Había, además, tres consultas relativas a la judicatura. Se planteaba la prohibición absoluta para los magistrados de aceptar cargos extrajudiciales; cambios sustanciales en el sistema de elección del Consejo Superior de la Magistratura, y la separación de la carrera entre fiscales y jueces.
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