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Sentido común

La frase corta y el orden lógico: sujeto, verbo y predicados. Eso enseña desde hace décadas el novelista y maestro Eduardo Alonso a los adolescentes valencianos. La palabra escrita es comunicación y ha de ser clara y trasparente. Un genio de la didáctica, el catalán Daniel Cassany, publicó antes de la promulgación de la Logse su Correcció del treball escrit, un guía práctica e imprescindible para valorar y calificar la capacidad o nivel de expresión escrita de jóvenes y adultos. Es fácil, por lo tanto, conocer esa capacidad expresiva después de 8, 9 o 10 años disfrutando de la Logse y de la ESO. Esa reforma con huecos y teorías oceánicas, lejos, muy lejos, de la tierra firme, de la realidad. Una reforma con aspectos positivos como la escolarización hasta los 16 años, el manejo de la informática y la renovación didáctica. Pero los vacíos y teorizaciones pedagogistas han hecho que los contenidos educativos y formativos de los alumnos que la disfrutaron durante 10 años sean mínimos. Y esa es una realidad que no necesita la constatación del Instituto Valenciano de Evaluación ni de su homólogo de Madrid. Una realidad que conoce sin embargo Jordi Pujol, y desconocen, o dicen ignorar, algunos sindicalistas de STE-PV o de CCOO de la enseñanza que actúan como tancredos.El martes pasado impartía el presidente Pujol una conferencia a los estudiantes de un master de periodismo en el Palau de les Heures de Barcelona, y se despachó con claridad con respecto a la Logse. Dijo, por ejemplo, que en la enseñanza secundaria se habían creado "asignaturas ridículas" en detrimento de las Humanidades, y ello se había hecho "en aras de una modernidad mal entendida". Consideró un fracaso de necesidad la reforma que propugna la Logse, y habló de volver al camino correcto: "Después de haber hecho todo estos experimentos progresistas, ha llegado la hora de que haya más matemáticas, más aritmética, más lengua catalana y castellana, más literatura...".

Andan pues ya ocupados, al otro lado del Ebro, en una reforma de la reforma que intente llevar la escuela pública, la educación y formación para todos, al sentido común y a la eficacia. Eficacia y sentido común de los que carecen tantos aspectos de la mal llamada moderna Logse. Porque la eficacia y el sentido común no pasan por atender la diversidad del alumnado con asignaturas optativas tales como "Jesucristo en el cine", o "Arròs amb fesols i naps". Una escuela que sea ámbito de convivencia democrática, de esfuerzo y de estudio, no es precisamente el resultado de 10 años de Logse. Y la convivencia es imprescindible, y el esfuerzo y el estudio necesarios, pues ya dejó escrito Lezama Lima que aquello que requiere esfuerzo estimula. La Logse estimula muy poco.

Pujol le ha encargado la reforma de la reforma a Carme Laura Gil, porque tiene conocimiento de causa: siempre estuvo por la reforma. ¿La hará aquí Manuel Tarancón?

Pinchen el internet stnet.es/UGT-Ensenyament, y lean cómo los maestros del sindicato que fundara Pablo Iglesia valoran positivamente medidas correctoras, la reforma de la reforma en Cataluña, y lamentan también la falta de negociación en temas laborales, como aquí lamentamos el barracón y las escasas pesetas en la escuela pública.

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