EEUU lamenta la decisión de Toledo y la negativa de Lima a postergar las elecciones

El Departamento de Estado norteamericano ha tomado distancias tanto del candidato opositor peruano, Alejandro Toledo, como de las autoridades electorales. En una primera reacción, Washington lamenta por igual la retirada de Toledo de la segunda vuelta de los comicios si no se aplaza hasta el 18 de junio y "la decisión apresurada del Jurado Nacional de Elecciones [JNE]", de rechazar la postergación de las elecciones.Estados Unidos evita, de momento, adoptar una postura definida sobre los últimos acontecimientos políticos en Perú, aunque recomienda a las fuerzas políticas y a las autoridades electorales que trabajen en sintonía con la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) "para encontrar una solución que permita al pueblo peruano la oportunidad de expresar libremente su voluntad política en una elección que cumpla con los cánones internacionales". La secretaria de Estado, Madeleine Albright, se limitó a señalar que estaba "muy deprimida por la manera en que suceden las cosas" en Perú.

Quienes sí se han pronunciado sin ambigüedades han sido los senadores Paul Coverdell (republicano) y Patrick Leahy (demócrata), que apoyan la reclamación de la OEA de posponer las elecciones "hasta que se establezcan las condiciones que permitan un proceso electoral justo y transparente". Los dos congresistas recuerdan que la posición de Estados Unidos en relación a Perú está claramente articulada en la Resolución Bicameral 43, auspiciada por el propio Coverdell y firmada con carácter de ley por el presidente Bill Clinton el pasado 25 de abril. Dicha resolución advierte que EEUU revisará y modificará sus relaciones políticas, económicas y militares con Perú si la comunidad internacional no obtiene garantías de un proceso electoral libre y justo en el país andino.

La presión internacional sobre Fujimori ha aumentado de manera sigilosa a raíz del nuevo escenario abierto con la retirada de Toledo.