Londres apoya la decisión y aplaza la devolución del autogobierno
El ministro británico para Irlanda del Norte, Peter Mandelson, considera "correcta" la decisión del líder unionista, David Trimble, que impide restaurar el autogobierno de Belfast el próximo 22 de mayo, fecha propuesta por Londres y Dublín. "Trimble necesita tiempo. Yo prefiero esperar una semana por un buen resultado que apresurarme ahora", reconoció Mandelson. Siete días es el plazo que Trimble se autoconcedió ayer para conducir al Consejo Unionista a la aprobación de la última fórmula para reactivar el proceso de paz. El plan incluye la reinstauración de la autonomía norirlandesa, suspendida el pasado febrero, y un proceso para inutilizar las armas del IRA, que, por primera vez, cuenta con el apoyo de la organización armada republicana.
"Los nacionalistas y republicanos que quieren progreso comprenderán la necesidad de respiro de los unionistas", aventuró el ministro. El Acuerdo del Viernes Santo de 1998, que fija el guión institucional de Irlanda del Norte, se asienta en el principio del consenso y establece un ejecutivo consensuado entre protestantes y católicos. Por ello, la entrada en funciones del autogobierno y Asamblea de Belfast depende del apoyo del partido de Trimble, el Unionista del Ulster (UUP), la fuerza mayoritaria en la provincia.
Concesiones
La renuncia del IRA a iniciar el decomiso de las armas fue el desencadenante de la suspensión de las instituciones. Pero tres meses más tarde, con una propuesta concreta sobre el abandono de las armas republicanas, el obstáculo de los unionistas se enfoca en el intento de preservar los símbolos británicos, como la confirmación visible de que el Ulster es una región más del Reino Unido. Trimble extrajo del Ejecutivo laborista una serie de concesiones en los últimos días respecto a la bandera y nombre de la policía local, que necesita para ganar el voto mayoritario de los 860 miembros del Consejo Unionista al regreso del UUP al autogobierno.
"Trimble y su partido deben tomar su propia decisión, pero creemos que se ha dado un importante paso, sobre el que esperamos poder construir", señaló ayer un portavoz del primer ministro, Tony Blair, tras señalar que la fase de negociaciones entre unionistas y el Gobierno de Londres, que se vienen realizando al margen del acuerdo con Dublín y del resto de las formaciones norirlandesas, "ha llegado a su fin". "Hemos establecido nuestra posición en el capítulo de las banderas. Nos hemos movido bastante para restaurar las inquietudes respecto a la reforma policial y al nombre [de la policía]", reconoció el portavoz.
La estrategia del Gobierno deja en manos de Mandelson la última decisión sobre las banderas que ondearán en las sedes oficiales de Irlanda del Norte, así como la potestad de incluir las siglas del Royal Ulster Constabulary en la reformada policía de la región.
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